Editorial Alaire

Mi tiempo es un tahúr que se aventura
en una interminable mala racha,
es un nombre de pila que se tacha
con una cruz sobre una sepultura.

Mi vida es una muerte prematura,
digamos que una muerte vivaracha,
un viejo profesor que se emborracha
y olvida su mejor asignatura.

El tiempo me produce tal espanto
que al vuelo de su flecha me adelanto
en alas de mi trágico destino.

La sombra del futuro es mi presente
y no hay alba furiosa que la ahuyente
bajo este cielo raso que adivino.

No soy ningún especialista en sonetos, así que sobre aspectos formales es mejor que no opine. Te diré que me identifico en gran medida con esta reflexión sobre el destino y el paso del tiempo. Ha sido interesante leer tu poema. Un abrazo.

Esteban, me he enamorado de todas y cada una de las imágenes del poema. Siento que involucran y adhieren a su piel oscura, pero inevitable. Sabes? es como si sobrepasaras la magia del soneto y de la rima; las palabras encajan en el todo poético y resbalan humanidad adentro...El lector no puede resistirse al opium de su encanto.

Enhorabuena y mis aplausos fuertes!

Un beso.

Hallie

Pues a mi me sobrecogió el poema, su tristeza y desesperanza, aunque te diré que me gustó leerlo.
Un abrazo
Pilar

Gracias, Ramón. Es un poema pesimista. Creo que en su exageración sobrevive un punto de esperanza.

Un abrazo.

Esteban

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Estuve, querida Hallie, dándole muchas vueltas al último verso... Manejé varias opciones, no sé si ésta es la mejor. A mí me gusta la imagen del primer cuarteto la del nombre que se tacha con una cruz... , creo que es bastante brutal. Este tipo de imágenes es difícil que aparezcan en ausencia de rima, son casi exclusivas de las composiciones que emplean la métrica y la rima en su configuración.

Me alegra que hayas podido apreciar cierta validez en el poema, a pesar de su regularidad que hace que suene un poco repetitivo acentualmente. Gracias mil.

Un beso y hasta pronto.

Esteban

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Gracias por el comentario, Pilar. Aquí desarrollo la idea del tiempo como gran antagonista. No deja de ser un ejercicio, porque ahora ando embarcado en otros proyectos, pero sigo escribiendo sonetos para no peder la práctica.

Un abrazo.

Esteban

Pues sí que es pesimista y aunque digas lo la esperana, creo que este verso la rompe

"...La sombra del futuro es mi presente.."

Saludos.

Marcos

Subo este poema para deleite de todos.

Bueno, sí, es pesimista a tope, jajaja...

Gracias por pasar, Marcos.

Un abrazo,

Esteban

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Gracias, Hallie, guapa, por subir el poema...

Un beso,

Esteban

Esteban Granado escribió:
Mi tiempo es un tahúr que se aventura
en una interminable mala racha,
es un nombre de pila que se tacha
con una cruz sobre una sepultura.

Mi vida es una muerte prematura,
digamos que una muerte vivaracha,
un viejo profesor que se emborracha
y olvida su mejor asignatura.

El tiempo me produce tal espanto
que al vuelo de su flecha me adelanto
en alas de mi trágico destino.

La sombra del futuro es mi presente
y no hay alba furiosa que la ahuyente
bajo este cielo raso que adivino.

Amigo Esteban, tanto cuando te acercas a las formas clásicas, como es el caso, como en tus composiciones libres, en todos los sentidos, nos propones literatura de calidad, para disfrutar, sin duda. Un abrazo

Esteban Granado escribió:
Mi tiempo es un tahúr que se aventura
en una interminable mala racha,
es un nombre de pila que se tacha
con una cruz sobre una sepultura.

Mi vida es una muerte prematura,
digamos que una muerte vivaracha,
un viejo profesor que se emborracha
y olvida su mejor asignatura.

El tiempo me produce tal espanto
que al vuelo de su flecha me adelanto
en alas de mi trágico destino.

La sombra del futuro es mi presente
y no hay alba furiosa que la ahuyente
bajo este cielo raso que adivino.

Quevedesco soneto, por concepto, por tema, por elección de la difícil rima en "acha" -sonoridades antigongorinas- que el genio de la torre de Juan Abad creo que habría apreciado.

Gracias por tu elogiosa apreciación, Emilio. Celebro que el soneto haya sido de tu agrado.

Un abrazo, amigo,

Esteban

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Pues sí, está bien lo de las "sonoridades antigongorinas" que apuntas, Javier. Y también es cierto que bien mirado sí que tiene algo de quevedesco el poema, aunque estoy seguro de que él habría encontrado sin ningún esfuerzo unos versos finales mucho mejores que los míos, je...

Recibe un cordial saludo y gracias por tu erudito comentario,

Esteban