Editorial Alaire

Yo
bosque despoblado de crisálidas,
horizonte por la distancia herido,
como un plenilunio en eclosión febril,
desde la génesis de tu ausencia,
a ti me acerco y busco el refugio de tus manos,
la visión azul de tu mirada,
para mostrarme desnudo como un roble adolescente
y entregarme a un ritual
que nos convoque el pecado.

Llego a tu espacio fraguado en mi desahucio
y en arco iris incendiado por el fuego
de los astros que en nuestra carne arden.
Soy la líquida esencia de una lágrima
y escabel derribado de esa lluvia
derramada por tus labios que escancian,
en ánforas de amor, el miedo a los naufragios.

Yo
pertenezco al impulso vital de los enigmas,
a la extensión del océano que se espacia
por mi sangre de espigas y madréporas.
Sabed que tengo raíz de sementera,
que rastrojos de sueños mutilados
por las arterias transitan
que en cada grito se levanta el cierzo de la tarde
y por la aridez de mi piel
sedientos se agrandan los barbechos.

Con el mar me fusiono y se eterniza
mi querencia de agua y tierra adentro.
En su juego de espumas y besanas
me redimo y huyo hasta donde,
con tu nombre, el deseo se transforma
en vuelo del albatros en tránsito a la ternura.

Hermoso poema, cuajado de versos que seducen. Un placer leerte
Un abrazo
Pilar

Un espléndido poema, compañero. Felicidades.

Un abrazo

Tierra, fuego, carne y agua... Eres humano.

Sugerentes versos.

Un abrazo

Marcos

Hola Rafael.
Esto me ha gustado:

Yo
pertenezco al impulso vital de los enigmas,

el poema me ha parecido un poco recargado. Lo leo y releo me gusta pero quizás el mensaje se pierde tras demasiadas capas de adornos.

Besos y abrazos.
José

"Con el mar me fusiono, me hago ductil:
moldeable de agua y tierra adentro.
En su juego de espumas y besanas
me transformo y huyo hasta donde,
con tu nombre, el deseo se hace vuelo
del albatros en tránsito a la ternura."


Todo el poema constituye una unidad muy hermosa; este final me parece maravilloso!

Aplausos y mi enhorabuena por tu trabajo.

Saludos con afecto.

Hallie

Hola Rafael

Todo el poema es hermoso, amigo mío, con esa facilidad que tienen tus versos para recrear imágenes, pero permíteme reseñar esta estrofa:

Yo
pertenezco al impulso vital de los enigmas,
a la extensión del océano que se espacia
por mi sangre de espigas y madréporas.
Sabed que tengo raíz de sementera,
rastrojos de sueños cercenados
por las arterias me nacen
y de mi garganta en cada grito
el cierzo de la tarde se levanta
y se agrandan por mi piel
sedientos los barbechos.


Me ha parecido excelente.
Abrazos.
Mario.

Rafael Valdemar escribió:Yo
bosque despoblado de crisálidas,
horizonte por la distancia herido,
como un plenilunio en eclosión febril,
desde el génesis de la ausencia,
a ti me acerco y busco el refugio de tus manos,
la visión azul de tu mirada,
para mostrarme desnudo
como un roble adolescente
y entregarme a un ritual
que nos convoca el pecado.

Llego a tu espacio fraguado en mi desahucio
y en arco iris incendiado por el fuego
de los astros que arden en tu carne.
Soy la líquida esencia de una lágrima
y escabel derribado de esa lluvia
derramada por tus labios que escancian,
en ánforas de amor, el miedo a los naufragios.

Yo
pertenezco al impulso vital de los enigmas,
a la extensión del océano que se espacia
por mi sangre de espigas y madréporas.
Sabed que tengo raíz de sementera,
rastrojos de sueños cercenados
por las arterias me nacen
y de mi garganta en cada grito
el cierzo de la tarde se levanta
y se agrandan por mi piel
sedientos los barbechos.

Con el mar me fusiono, me hago ductil:
moldeable de agua y tierra adentro.
En su juego de espumas y besanas
me transformo y huyo hasta donde,
con tu nombre, el deseo se hace vuelo
del albatros en tránsito a la ternura.

Rafael, suelo destacar los versos que más me llegan en negrita, esta vez tuve que encontrar otra estrategia . La última estrofa me llegó particularmente (aunque ya ves que señalé casi todo el poema) por la dimensión que alcanza tu voz y tu ser, en la entrega al amor.
Un abrazo, Luna.-

Rafael Valdemar escribió:Yo
bosque despoblado de crisálidas,
horizonte por la distancia herido,
como un plenilunio en eclosión febril,
desde el génesis de la ausencia,
a ti me acerco y busco el refugio de tus manos,
la visión azul de tu mirada,
para mostrarme desnudo
como un roble adolescente
y entregarme a un ritual
que nos convoca el pecado.

Llego a tu espacio fraguado en mi desahucio
y en arco iris incendiado por el fuego
de los astros que arden en tu carne.
Soy la líquida esencia de una lágrima
y escabel derribado de esa lluvia
derramada por tus labios que escancian,
en ánforas de amor, el miedo a los naufragios.

Yo
pertenezco al impulso vital de los enigmas,
a la extensión del océano que se espacia
por mi sangre de espigas y madréporas.
Sabed que tengo raíz de sementera,
rastrojos de sueños cercenados
por las arterias me nacen
y de mi garganta en cada grito
el cierzo de la tarde se levanta
y se agrandan por mi piel
sedientos los barbechos.

Con el mar me fusiono, me hago ductil:
moldeable de agua y tierra adentro.
En su juego de espumas y besanas
me transformo y huyo hasta donde,
con tu nombre, el deseo se hace vuelo
del albatros en tránsito a la ternura.

Rafael, suelo destacar los versos que más me llegan en negrita, esta vez tuve que encontrar otra estrategia . La última estrofa me llegó particularmente (aunque ya ves que señalé casi todo el poema) por la dimensión que alcanza tu voz y tu ser, en la entrega al amor.
Un abrazo, Luna.-

Rafael Valdemar escribió:Yo
bosque despoblado de crisálidas,
horizonte por la distancia herido,
como un plenilunio en eclosión febril,
desde el génesis de la ausencia,
a ti me acerco y busco el refugio de tus manos,
la visión azul de tu mirada,
para mostrarme desnudo
como un roble adolescente
y entregarme a un ritual
que nos convoca el pecado.

Llego a tu espacio fraguado en mi desahucio
y en arco iris incendiado por el fuego
de los astros que arden en tu carne.
Soy la líquida esencia de una lágrima
y escabel derribado de esa lluvia
derramada por tus labios que escancian,
en ánforas de amor, el miedo a los naufragios.

Yo
pertenezco al impulso vital de los enigmas,
a la extensión del océano que se espacia
por mi sangre de espigas y madréporas.
Sabed que tengo raíz de sementera,
rastrojos de sueños cercenados
por las arterias me nacen
y de mi garganta en cada grito
el cierzo de la tarde se levanta
y se agrandan por mi piel
sedientos los barbechos.

Con el mar me fusiono, me hago ductil:
moldeable de agua y tierra adentro.
En su juego de espumas y besanas
me transformo y huyo hasta donde,
con tu nombre, el deseo se hace vuelo
del albatros en tránsito a la ternura.

"Yo
pertenezco al impulso vital de los enigmas,
a la extensión del océano que se espacia
por mi sangre de espigas y madréporas."

Hermoso, Rafael. Sumamente intenso, vertiginoso.

Besos y mis aplausos.

Pilar gracias por pasarte por mis verso y dejar constancia de tu paso por ellos

saludos

raf

Bellísimo poema Rafael, ritmo y hondura que se van uniendo para construir en la palabra, ha sido un placer recorrer estos senderos del verbo.

Un abrazo

Sara

Nesthor gracia por pasarte por mis versos y dejar contsancia de ello

saludos

raf

Qué cantidad de imágenes... delicadas,bellas y muy intensas... me ha gustado mucho este poema...

Un abrazo!!!

Yo
bosque despoblado de crisálidas,
horizonte por la distancia herido,
como un plenilunio en eclosión febril,
desde la génesis de tu ausencia,
a ti me acerco y busco el refugio de tus manos,
la visión azul de tu mirada,
para mostrarme desnudo
como un roble adolescente
y entregarme a un ritual
que nos convoca el pecado.

Llego a tu espacio fraguado en mi desahucio
y en arco iris incendiado por el fuego
de los astros que arden en tu carne.
Soy la líquida esencia de una lágrima
y escabel derribado de esa lluvia
derramada por tus labios que escancian,
en ánforas de amor, el miedo a los naufragios.

Yo
pertenezco al impulso vital de los enigmas,
a la extensión del océano que se espacia
por mi sangre de espigas y madréporas.
Sabed que tengo raíz de sementera,
rastrojos de sueños cercenados
por las arterias me nacen
y de mi garganta en cada grito
el cierzo de la tarde se levanta
y se agrandan por mi piel
sedientos los barbechos.

Con el mar me fusiono, me hago dúctil:
moldeable de agua y tierra adentro.
En su juego de espumas y besanas
me transformo y huyo hasta donde,
con tu nombre, el deseo se hace vuelo
del albatros en tránsito a la ternura.


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Muy hermoso poema, amigo Rafael.
Técnicamente el poema me ha parecido bien trabajado; las estrofas compactas, hay una gran profusión de imágenes, y el desarrollo simbólico es bastante procedente.

Con el mar me fusiono, me hago dúctil:
moldeable de agua y tierra adentro.
En su juego de espumas y besanas
me transformo y huyo hasta donde,
con tu nombre, el deseo se hace vuelo
del albatros en tránsito a la ternura.

El poema tiene un colofón muy bello.
Ha sido un placer leerte. Felicidades por el poema.

Un cordial abrazo.