Editorial Alaire

Dejó su traje y se vistió de agua,
el hielo en los poros, señalando otro lado,
y dijo adiós, cristalizando el sendero,
el silencio batido con las alas dormidas.

Dijo adiós, y lloró la ternura,
señalando el vacío, que rompió los espejos.

La estancia anudó los colores, extraña a otros rostros,
y el aire cruzó los cerrojos
tapando escaleras, el golpear del ruido.

Todavía gotea en la cal el sabor de su risa,
el verbo en la boca, legado de su palabra,
que nos habita cual daga dulce.
Aún la añoranza planea el horizonte,
-las raíces en cada reflexión-
mutando lo que viene ajeno,
haciendo permanente la savia,
y acero en la planta de los pies.

Porque la despedida no te descalza
ni abandona la llave del pasado,
que hace camino nuevo
dilatando el cordón umbilical.

Pilar Morte escribió:Dejó su traje y se vistió de agua,
el hielo en los poros, señalando otro lado,
y dijo adiós, cristalizando el sendero,
el silencio batido con las alas dormidas.

Dijo adiós, y lloró la ternura,
señalando el vacío, que rompió los espejos.

La estancia anudó los colores, extraña a otros rostros,
y el aire cruzó los cerrojos
tapando escaleras, el golpear del ruido.

Todavía gotea la cal el sabor de su risa,
el verbo en la boca, legado de su palabra,
que habita cual daga dulce.
Aún la añoranza planea el horizonte,
-las raíces en cada reflexión-
mutando lo que viene ajeno,
haciendo permanente la savia,
y acero en la planta de los pies.

Porque la despedida no te descalza
ni abandona la llave del pasado,
que hace camino nuevo
dilatando el cordón umbilical.

Pilar, encuentro siempre en tus poemas algo que me es familiar, cercano, tal vez la voz que nace de dentro, y el camino que encuentra para hablar.
Un abrazo, Luna.-

Pilar, me agrada el desprendimiento que interioriza tus versos, ese decir que tiene tu voz que se queda muy suave en mí, muy suave....

Saludos.

Todavía gotea la cal el sabor de su risa,
el verbo en la boca, legado de su palabra,
que habita cual daga dulce.
Aún la añoranza planea el horizonte,
-las raíces en cada reflexión-
mutando lo que viene ajeno,
haciendo permanente la savia,
y acero en la planta de los pies.

Porque la despedida no te descalza
ni abandona la llave del pasado,
que hace camino nuevo
dilatando el cordón umbilical.

Una maravilla de poema Pilar...la estrofa final me llegó hondo...tal vez vibró mi cordón umbilical que todavía une lo que soy con la inocencia de la niñez...esto sentí y lo plasmo a bote pronto tras leer tus versos...siempre que he leído tus poemas he sentido algo especial...no sabría definirlo con palabras...y mejor que así sea..acabo de leer que la creatividad surge de la espaciosidad interior...y no cabe duda de que así es...un cálido y afectuoso abrazo.

javi

Me ha encantado este poema, Pilar, que creo tiene en él tu particular voz. Se desborda una sensibilidad que invade a todo el que lo lee. Todo un gusto pasar.

Un abrazo.

Martín Desormeaux.-

Ignoro el secreto que guardas, Pilar, en tu tintero pero confieso abiertamente mi fascinación por cuanto escribes. Este poema es una muestra más de tu probado oficio en esta compleja tarea de escribir.



Mi abrazo sincero, amiga

Otra vez Pilar te encuentro machacando sobre las puertas del pasado sin poder entrar al olvido. Otra vez haz escrito un gran poema para deleite de los que te leemos. Tengo que decirte que el verso incial es sumamente bello, como lo es toda la obra.
Siempre un placer Pilar. Un abrazo grande.

Porque la despedida no te descalza
ni abandona la llave del pasado,
que hace camino nuevo
dilatando el cordón umbilical.

Precioso este final, Pilar... Hay despedidas que, en realidad, son abandonos...

Un beso,

Carmen

Luna de Nos escribió:

Pilar Morte escribió:Dejó su traje y se vistió de agua,
el hielo en los poros, señalando otro lado,
y dijo adiós, cristalizando el sendero,
el silencio batido con las alas dormidas.

Dijo adiós, y lloró la ternura,
señalando el vacío, que rompió los espejos.

La estancia anudó los colores, extraña a otros rostros,
y el aire cruzó los cerrojos
tapando escaleras, el golpear del ruido.

Todavía gotea la cal el sabor de su risa,
el verbo en la boca, legado de su palabra,
que habita cual daga dulce.
Aún la añoranza planea el horizonte,
-las raíces en cada reflexión-
mutando lo que viene ajeno,
haciendo permanente la savia,
y acero en la planta de los pies.

Porque la despedida no te descalza
ni abandona la llave del pasado,
que hace camino nuevo
dilatando el cordón umbilical.

Pilar, encuentro siempre en tus poemas algo que me es familiar, cercano, tal vez la voz que nace de dentro, y el camino que encuentra para hablar.
Un abrazo, Luna.-

Me alegra que encuentres cercano el poema. Gracias por dejar tu huella
Un abrazo
Pilar

Ese cordón que une en la distancia y aleja del olvido.

Un abrazo

Marcos

Me ha gustado leer este trabajo tuyo, amiga Pilar. Encuentro que estas incursionando bastante en temas introspectivos. Me parece muy bueno.

Un abrazo.
Óscar

Samantha Fernandez escribió:Pilar, me agrada el desprendimiento que interioriza tus versos, ese decir que tiene tu voz que se queda muy suave en mí, muy suave....

Saludos.

Me alegra verte por mis versos y saber que entran en tí.
Gracias por dejar tu huella
Un abrazo
Pilar

Hola Pilar.
Un poema precioso, con unas imágenes llenas de belleza y sentimiento.
Seguro no tiene que ver pero pensé en mi hijo que ya dejo el hogar para volar por libre y sin embargo de alguna forma siempre está con nosotros, (dilatando el cordón umbilical).
Enhorabuena por tan buen poema, un abrazo.

Amiga Pilar, enhorabuena; el poema se mueve con equilibrio y momentos de intenso lirismo. Me ha encantado. Con un abrazo.
Salud.

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Un tema siempre controvertido el del Cordon Umblical. Simbolismo de lo que nos ata a la fuente de la vida. Enhorabuena, poeta!

Besos - Iben



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