Editorial Alaire

En la divinidad de los luceros perdidos

Piel que se arrancó en la madrugada
que se elevó hacia los horizontes.
Luna que encendió los despertares
donde el acechamiento reestableció la luz.
Piel escuchando la balada nocturna,
el fantasma que ensombrece la voz.
Derechos de los seres
en la murmuración antepuesta.
¿ Que elemento del grito mortificó
Las palabras agudas en las perpetuaciones?
Escucho la música
con las decadentes manos
las garras de los Apocalipsis,
escucho la balada nocturna
en la divinidad de los luceros perdidos.

Javier Dicenzo

Muy buen poema Javier. Me han gustado las imágenes que dispones, en un tono fuerte y crudo. El poema se desarrolla con fuerza y llega a un final muy bello.
Un gusto amigo. Te mando un abrazo grande.

Gracias por tu comentario, te estaré leyendo.
javier

Me ha parecido un poema excelente Javier.
Imágenes y pensamientos muy bien dispuestos y de una manera muy elegante y bien construida.
El final es impresionante.
Mis felicitaciones y un fuerte abrazo
Joan

Tristany: Gracias por tus apreciaciones, estare leyendo tu obra en algun momento.
javier