Editorial Alaire

Ya te comenté este poema en P.Pura y sigo pensando lo mismo. Cuando tenemos que mordernos la lengua, los gestos son palabras que dicen tanto o más que los silencios.

Un beso con cariño.

Cecilia Martos escribió:Guardo las palabras
para no envenenar el argumento,
- acaricio la luz -
hay signos invisibles en mis manos,
ensayo un espejismo
desde su identidad robada
y sin embargo me siento incapaz
de inventar mi propio silencio
cuando quisiera volarle los sesos al instante.

Cecilia Martos

Uno más de tus hermosos poemas breves. El silencio suele aparecer de una u otra forma en tus versos. El final causa sorpresa por la violencia que entraña. Las palabras están de más muchas veces, menos en poesía, donde son necesarias.

Saludos, amiga Cecilia.

Ignacio Fajardo escribió:Ya te comenté este poema en P.Pura y sigo pensando lo mismo. Cuando tenemos que mordernos la lengua, los gestos son palabras que dicen tanto o más que los silencios.

Un beso con cariño.

Mi querido Ignacio, como bien dicen un silencio vale mas que mil palabras, gracias amigo, por dejar tu calidez, un fuerte abrazo.

Cecilia

"y sin embargo me siento incapaz
de inventar mi propio silencio
cuando quisiera volarle los sesos al instante."

Me gusta mucho este final contundente y hermoso, Cecilia.

Un abrazo fuerte.

Hallie

Yo te comprendo, bien sé lo que sufro cuando mi esposa por lo que yo considero una nimiedad y ella algo importante se trira dos o tres horas sin dirigirme la palabra y lamzándome miradas sulfurosas...

Cecilia Martos escribió:Guardo las palabras
para no envenenar el argumento,
- acaricio la luz -
hay signos invisibles en mis manos,
ensayo un espejismo
desde su identidad robada
y sin embargo me siento incapaz
de inventar mi propio silencio
cuando quisiera volarle los sesos al instante.



Cecilia Martos

Vamos a ver, amor, esos signos invisibles de tus manos y ese silencio que no eres capaz de inventar, para qué te sirven, si sabes de sobra que el amor se sobrepone a un momento de identidad robada y al final estás, como siempre en mis manos. (Sonrío). Gracias por este poema, que como otros tantos salen de tu exquisita pluma. Un beso ASI.

José Manuel

Un poma muy bello, con un gran calado reflexivo, pero con un ropaje poético extraordinario.

Un beso

javier

Muy bueno Cecilia. Un poema muy bien tratado con un lenguaje elegante y con gran lirismo para hablar de un tema muy cotidiano, la rabia contenida o al menos así lo interpreto yo.
Al menos de algo negatico ha aparecido un poema maravilloso.
Mis felicitaciones y un abrazo
Joan

Óscar Bartolomé Poy escribió:

Cecilia Martos escribió:Guardo las palabras
para no envenenar el argumento,
- acaricio la luz -
hay signos invisibles en mis manos,
ensayo un espejismo
desde su identidad robada
y sin embargo me siento incapaz
de inventar mi propio silencio
cuando quisiera volarle los sesos al instante.

Cecilia Martos

Uno más de tus hermosos poemas breves. El silencio suele aparecer de una u otra forma en tus versos. El final causa sorpresa por la violencia que entraña. Las palabras están de más muchas veces, menos en poesía, donde son necesarias.

Saludos, amiga Cecilia.

Así es amigo, en poesía la palabra siempre tiene eco, gracias, muchas gracias por dejar tu hermoso comentario, un fuerte abrazo Poeta.

Cecilia

Breve e intenso poema con un final muy contundente. Me gustó
Un abrazo
Pilar

Hallie Hernández Alfaro escribió:"y sin embargo me siento incapaz
de inventar mi propio silencio
cuando quisiera volarle los sesos al instante."

Me gusta mucho este final contundente y hermoso, Cecilia.

Un abrazo fuerte.

Hallie

Gracias querida Hallie, es un gusto encontrarme con la delicadeza de tus palabras, un cariñoso abrazo desde México,

Cecilia

Me gusta leer lo que escribes Cecilia
Recibe un abrazo
Rossana

¡Wow! ¡Qué bueno, Cecilia!
¡Qué imágenes! Una maravilla.

Besos.

Marcos Andrés Minguell escribió:Yo te comprendo, bien sé lo que sufro cuando mi esposa por lo que yo considero una nimiedad y ella algo importante se trira dos o tres horas sin dirigirme la palabra y lamzándome miradas sulfurosas...

Me hiciste sonreir, amigo, pero vaya si has captado el mensaje, bueno hay momentos y momentos, gracias por dejar tu huella, un fuerte abrazo mi querido Maramín,

Cecilia