Editorial Alaire

Pon en tu mano dos agujas blancas
y un mar de hojas que el viento excita.

Aquí estuvo tu cuerpo,
en el hogar de los dinosaurios,
bajo la sombra de la estatua
de aquel invencible políglota verde.

¿Recuerdas los pasos, esa música de flores locas,
el invierno en los hombros como una gran culpa?

Son viejas las calles y hablan con el quejido
de un monstruo saciado de mar
y alondras.

Aquellas tardes de inagotables cafés
se pegan al cristal como un nombre perdido;
pero el secreto son los raíles, invisibles epicentros
de un corazón sincopado y su lengua, y su verbo
completamente aurora,
exánime,
rojo.

Es curiosa esta mueca que hoy me crece en los pétalos del deseo,
sólo,
solamente abrazado por el vértigo,
cuál un pájaro que regresa
o un rifle blando
o un picor de satélites.

Inauguro esta lectura, buen poema, me gustarion los versos siguientes

Son viejas las calles y hablan con el quejido
de un monstruo saciado de mar
y alondras.

el invierno en los hombros como una gran culpa?

o

Aquellas tardes de inagotables cafés
se pegan al cristal como un nombre perdido...

Como siempre, cautivada por la riqueza de tus imágenes... No es nuevo...

Un beso agradecido,

Carmen

javierdicenzo80 escribió:Inauguro esta lectura, buen poema, me gustarion los versos siguientes

Son viejas las calles y hablan con el quejido
de un monstruo saciado de mar
y alondras.

Muchas gracias por tu lectura y comentario, Javier. Un abrazo.

El recuerdo y la nostalgia se adueñan de estos hermosos versos
Un placer leerte
Un abrazo
Pilar

Como un pico de satélites, así se instala el poema, alto, y nos abraza.

Un beso
Marian

carmen iglesia escribió:el invierno en los hombros como una gran culpa?

o

Aquellas tardes de inagotables cafés
se pegan al cristal como un nombre perdido...

Como siempre, cautivada por la riqueza de tus imágenes... No es nuevo...

Un beso agradecido,

Carmen

Gracias a ti, Carmen, por leerme y comentar. Besotes.

Liz Barrio escribió:Siempre atrayentes tus imágenes, poeta. Siempre un aprendizaje y un deleite leerte.
Besos y un fuerte abrazo,

Mi agradecimiento por tus palabras, Liz. Un abrazo.

Hola Ramón

Hermoso poema, me encantó esta estrofa:

Son viejas las calles y hablan con el quejido
de un monstruo saciado de mar
y alondras.

Encantado de leerte, amigo mío. Un abrazo
Mario

Pilar Morte escribió:El recuerdo y la nostalgia se adueñan de estos hermosos versos
Un placer leerte
Un abrazo
Pilar

Gracias, Pilar, por dejar tu huella. Un abrazo.

Marian Ramentol Serratosa escribió:Como un pico de satélites, así se instala el poema, alto, y nos abraza.

Un beso
Marian

Gracias por tus palabras, Marian. Un beso.

Buenas, esto me suena a sarcasmo más sabiduría. Ésa que se despliega en calles, avenidas, habitación, entre otros escenarios.

Oh el corazón es músculo si no late revienta. Me ha de fascinar visitar éste deseo que su nombre se encuentra en lo indescriptible.

¡Salud!

el deseo siempre nos hace mirar muecas que aveces no comprendemos lo que dice con solo oberbar es una ostia haberte leido saludos desde aki para ti allaa
nos vemos las muecas xD

Mario Martínez escribió:Hola Ramón

Hermoso poema, me encantó esta estrofa:

Son viejas las calles y hablan con el quejido
de un monstruo saciado de mar
y alondras.

Encantado de leerte, amigo mío. Un abrazo
Mario

Muchas gracias, Mario, por la lectura y el comentario. Un abrazo.