Editorial Alaire

Cuando te quedas en silencio
me haces sentir como gaviota tierra adentro,
y a la que únicamente tu mirada, que mis ojos buscan
como los de un perro cuando intenta cruzar la suya
esperando que le lances algo,
es capaz de devolver la oceánica serenidad
del eternamente invariable paisaje de las olas
en mitad de este inquietante y siempre cambiante mundo,
en el que la candidez de mis sentimientos
de blancas plumas
son fácil diana para el dolor que aparece espectral
como la oscura silueta de los árboles
saliendo de la niebla.

Me sorprende que un poema de esta calidad no tenga comentarios, así que aquí va el primera: Buenos versos.
Lo único una consideración: ¿podrías poner algún punto?. Te lo digo más que nada porque al leerlos en voz alta me he quedado sin resuello.

Un abrazo.

El hecho de que este poema sea una larga oración (gramatical, claro) obliga al lector a buscar las pausas aunque supongo, Óscar, que es premeditado. Me gustan especialmente los versos iniciales y los finales: "Cuando te quedas en silencio // me haces sentir como gaviota tierra adentro (...) como la oscura silueta de los árboles // saliendo de la niebla" aunque todo el poema posee una fuerza expresiva magnífica.
Un abrazo.
Julián Borao