Editorial Alaire

Con las primeras luces del alba y
la mirada perdida en el horizonte difuso,
arrastra por el asfalto
sus pies pequeños y doloridos.
Busca alivio tras la tiranía
a la que han sido sometidos,
tan sólo por llegar alto,
tan alto, como le está permitido
y contemplar cada noche
ese lujo prohibido:
Oropel, bisutería fina
al otro lado del río.

Ahora, cuando amanece,
todo se ha desvanecido;
le queda la boca amarga,
el cuerpo humillado
y el corazón herido.

Luego, al llegar a casa,
en un ritual aprendido,
se aislará en su pequeño mundo
y soñará con una vida
distinta a la que ha tenido.
Se desprenderá de la máscara
que le esconde de su destino.

Dormirá algunas horas,
descansará su cuerpo,
recompondrá su alma
y volverá de nuevo al otro lado del río.

Lola, tacones nuevos, melena al viento,
otra noche para jugar a ganar
sabiendo que ha perdido.

Mar, estupenda historia de denuncia. Deberíamos aprender algo de la vida y su historia, pero no aprendemos. ¿Tal vez todo esto no es el manifiesto fracaso del amor? No sé, pero me parece preocupante e injusto.
Salud.

Un poema lleno de fuerza y vida. Me ha encantado el discurrir ambivalente y triste del personaje femenino, el ritmo, la melodía de pena que subyace en cada verso...

Aplausos fuertes y enhorabuena!!!!!!!!

Hallie

MarRevuelta,
"otra noche para jugar a ganar
sabiendo que ha perdido."

Me ha gustado este juego de palabras del cierre con ganar y perder. Cuentas una historia dura que se repite en este mismo momento en cualquier lugar del planeta. Definitivamente, los tacones no te hacen llegar más alto, ni más lejos.

Saludos, María.

Un poema que te deja pensando. Me encantó leerte
Un abrazo
Pilar

Julio González Alonso escribió:Mar, estupenda historia de denuncia. Deberíamos aprender algo de la vida y su historia, pero no aprendemos. ¿Tal vez todo esto no es el manifiesto fracaso del amor? No sé, pero me parece preocupante e injusto.
Salud.

Es preocupante e injusto pero...ya lo creo que se aprende!
Un abrazo y gracias por dejar tus palabras.

Hallie Hernández Alfaro escribió:Un poema lleno de fuerza y vida. Me ha encantado el discurrir ambivalente y triste del personaje femenino, el ritmo, la melodía de pena que subyace en cada verso...

Aplausos fuertes y enhorabuena!!!!!!!!

Hallie

Gracias Hallie, es un honor recibir tu visita que ni te imaginas como anima. Un beso.

Óscar Bartolomé Poy escribió:MarRevuelta,
"otra noche para jugar a ganar
sabiendo que ha perdido."

Me ha gustado este juego de palabras del cierre con ganar y perder. Cuentas una historia dura que se repite en este mismo momento en cualquier lugar del planeta. Definitivamente, los tacones no te hacen llegar más alto, ni más lejos.

Saludos, María.

Tienes razón, más tarde o más temprano, hay que bajarse de los tacones. Gracias por tus palabras, es un honor.

Pilar Morte escribió:Un poema que te deja pensando. Me encantó leerte
Un abrazo
Pilar

Otro abrazo para ti, Pilar.
y gracias por pasar por aquí.

Me ha encantado este poema de gran fuerza descriptiva. Se lee de corrido, con interés. Enhorabuena, amiga.

Un abrazo.
Óscar

MarRevuelta escribió:Con las primeras luces del alba y
la mirada perdida en el horizonte difuso,
arrastra por el asfalto
sus pies pequeños y doloridos.
Busca alivio tras la tiranía
a la que han sido sometidos,
tan sólo por llegar alto,
tan alto, como le está permitido
y contemplar cada noche
ese lujo prohibido:
Oropel, bisutería fina
al otro lado del río.

Ahora, cuando amanece,
todo se ha desvanecido;
le queda la boca amarga,
el cuerpo humillado
y el corazón herido.

Luego, al llegar a casa,
en un ritual aprendido,
se aislará en su pequeño mundo
y soñará con una vida
distinta a la que ha tenido.
Se desprenderá de la máscara
que le esconde de su destino.

Dormirá algunas horas,
descansará su cuerpo,
recompondrá su alma
y volverá de nuevo al otro lado del río.

Lola, tacones nuevos, melena al viento,
otra noche para jugar a ganar
sabiendo que ha perdido.

El río como frontera entre dos vidas, la que llamamos correcta y la otra, la de los perdedores.
Aplausos, muchos!!!!

Óscar Distéfano escribió:Me ha encantado este poema de gran fuerza descriptiva. Se lee de corrido, con interés. Enhorabuena, amiga.

Un abrazo.
Óscar

Gracias Óscar, me alegra que te haya gustado. Un abrazo

Gracias María, por compañera, por paisana y ante todo, por ser tan buena amiga. Sin embargo sabes que no te perdono que no escribas tú, ya sabes lo que opino de como lo haces. Un besazo, amiga.

esta estrofa, amarga las horas:

"y soñará con una vida
distinta a la que ha tenido.
Se desprenderá de la máscara
que le esconde de su destino"

y este juego de voces, versos de altura en el cierre:

"otra noche para jugar a ganar
sabiendo que ha perdido"

mi aplauso compañera

.

MarRevuelta escribió:Con las primeras luces del alba y
la mirada perdida en el horizonte difuso,
arrastra por el asfalto
sus pies pequeños y doloridos.
Busca alivio tras la tiranía
a la que han sido sometidos,
tan sólo por llegar alto,
tan alto, como le está permitido
y contemplar cada noche
ese lujo prohibido:
Oropel, bisutería fina
al otro lado del río.

Ahora, cuando amanece,
todo se ha desvanecido;
le queda la boca amarga,
el cuerpo humillado
y el corazón herido.

Luego, al llegar a casa,
en un ritual aprendido,
se aislará en su pequeño mundo
y soñará con una vida
distinta a la que ha tenido.
Se desprenderá de la máscara
que le esconde de su destino.

Dormirá algunas horas,
descansará su cuerpo,
recompondrá su alma
y volverá de nuevo al otro lado del río.

Lola, tacones nuevos, melena al viento,
otra noche para jugar a ganar
sabiendo que ha perdido.

Tremendo, Mar. Me dejó un nudo en la garganta, uno de ésos difíciles de quitar.

"Lola, tacones nuevos, melena al viento,
otra noche para jugar a ganar
sabiendo que ha perdido."

Me gustan particularmente estos versos por todo lo que transmiten.

Un gusto leerte.

Besos.