Editorial Alaire

Hoy debo confesar que deliraba
cuando por dulce sueño la tenía,
cual meta inalcanzable de alegría
a la que mi esperanza no llegaba.
Su fría negación me desarmaba
nublando mi razón, mas no el empeño
de ser de su persona siervo y dueño
aunque con malas artes lo lograra.
La conseguí y ya ves, jamás pensara
que fuera a ser tan triste amar un sueño.





Mario

Me desarmó el final del poema. No pensé que iba aterminar así. Pero precioso, como todo lo que escribes.
Un abrazo
Pilar

P.D. Hemos escrito el comentario al mismo tiempo, ja, ja

Mario Martínez,
Este poema me recuerda aquello que decía Schopenhauer: "Conseguir algo anhelado significa darse cuenta de que es vano". El placer está más en la búsqueda que en la consecución.

Sabias palabras, Mario, expresadas con tu proverbial sencillez y maestría. Un abrazo, amigo.

Es trsite amar un sueño y tiene mucha trsiteza tu formidable poema.
Me ha encantado leeerlo, a pesar de la tristeza. Denota un alto grado de sensibilidad en un poema breve.
Mis felicitaciones y un abrazo
Joan

Un poco desalentador tu poema, un poco triste.
saludos
te espero en mi obra
javier

Me ha llegado muy hondo este poema; coincido con Pilar: esas líneas de cierre me pudieron!

Besos hasta Alfaro.

Hallie

Cadenciosos versos, con un ápice de melancolía.

Los sueños se desvanecen cuando despertamos; pero más triste que amar los sueños es vivir de ellos.

Un abrazo

Marcos

Gracias Pilar, me alegra que te haya gustado. Es una décima endecasílaba, hubo un tiempo en que las hacía con bastante asiduidad.
Un abrazo.
Mario.

Hoy debo confesar que deliraba
cuando por dulce sueño la tenía,
cual meta inalcanzable de alegría
a la que mi esperanza no llegaba.
Su fría negación me desarmaba
nublando mi razón, mas no el empeño
de ser de su persona siervo y dueño
aunque con malas artes lo lograra.
La conseguí y ya ves, jamás pensara
que fuera a ser tan triste amar un sueño.

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La décima endecasílaba me parece hermosa, la practiqué bastante en mis inicios, cuando trabajaba únicamente combinaciones rimadas.

Tus trabajos me recuerdan una época, entonces solíamos decir que la rima no moriría nunca. Después, llegué a pensar que sí, que la rima estaba muerta. Ahora he vuelto a mis inicios y creo que la rima es absolutamente ineludible y, no sé si para bien o para mal, la cuestión es que cada día estoy más convencido de que un poema sin rima o es un poema genial o es un poema cojo. Claro que, a estas alturas, no me preocupa mucho el lugar elegido por el autor para dejar las rimas.

En todo caso, los inventos siempre tienen un regusto a clasicismo porque, aunque lo alteren, provienen de él.

Querido amigo Mario, enhorabuena por el tesón demostrado en tus obras con la combinación clásica y por este hermoso poema que traduce fielmente tu estilo lúcido, natural, tan cercano que se palpa el alma del poeta.

Un fuerte abrazo.

Gracias Óscar.

El placer está más en la búsqueda que en la consecución.


Como en todas las cosas que anhelamos en esta vida, amigo mío, la espera es lo mejor.
Me alegra que te gustase. Un fuerte abrazo.
Mario

Gracias Tristany, por tu lectura y comentario. Ya ves, a veces los sueños soñados se convierten en pesadillas tristes.
Un abrazo, amigo mío.
Mario.

Gracias Javier.
Sí, suele ser desalentador soñar con algo y una vez que lo tienes comprobar que no valía nada. Un fuerte abrazo.
Mario.

Gracias Hallie, amiga mía, por tu seguimiento a mis versos, me alegra que te haya gustado la décima. Un abrazo,
Mario.

Gracias Marcos, por tu entrada y por tu comentario.
Un abrazo.
Mario.

Hola Rafel

no sé si para bien o para mal, la cuestión es que cada día estoy más convencido de que un poema sin rima o es un poema genial o es un poema cojo.

Creo que yo pienso idénticamente igual, amigo mío, a pesar de mis esfuerzos por abandonar rima y métrica y plasmar las cosas de un modo distinto, pocas veces lo logro y cuando lo hago siempre me parecen medianías. Dicen que la cabra tira al monte, yo tiro siempre hacía las extructuras clásicas ¡qué le vamos a hacer...!
Gracias por tu gratificante comentario. Un abrazo.
Mario.