Mentes caducas
Publicado: Mar, 09 Jun 2009 0:53
Cuando la mente se vuelve caduca
y espiran laureles de coronas pasajeras,
la noche, vagabunda, desconfiada,
se viste de temor y tormenta,
ataviada de vuelos de aire impuro
que a la mente hace soñar despierta.
Los túneles se cierran al horizonte
en la latitud de coordenadas disuasorias,
donde, no existe punto infinito
capaz de imaginar el final de la aurora.
Fluyen lentamente las sensaciones,
y la mente se maltrata,
es demasiado irresponsable amotinar los recuerdos,
dejarlos sin fondear
y no defenderlos en el abordaje.
A veces, somos tan solo lo que vemos,
lo que tras el cristal no se deforma,
aquello que en su esfuerzo mantiene la sombra
y que nos roza y nos pellizca,
para sentirnos vivos, reales.
Y en esa realidad
se encuentran nuestras mentes caducas,
en espera de soñar el último sueño…
… espirando laureles en las cejas dormidas.
y espiran laureles de coronas pasajeras,
la noche, vagabunda, desconfiada,
se viste de temor y tormenta,
ataviada de vuelos de aire impuro
que a la mente hace soñar despierta.
Los túneles se cierran al horizonte
en la latitud de coordenadas disuasorias,
donde, no existe punto infinito
capaz de imaginar el final de la aurora.
Fluyen lentamente las sensaciones,
y la mente se maltrata,
es demasiado irresponsable amotinar los recuerdos,
dejarlos sin fondear
y no defenderlos en el abordaje.
A veces, somos tan solo lo que vemos,
lo que tras el cristal no se deforma,
aquello que en su esfuerzo mantiene la sombra
y que nos roza y nos pellizca,
para sentirnos vivos, reales.
Y en esa realidad
se encuentran nuestras mentes caducas,
en espera de soñar el último sueño…
… espirando laureles en las cejas dormidas.