Editorial Alaire

"El Paraíso es tan sólo la cara visible del Infierno"



A la deriva


De aquí a la eternidad sólo hay un paso
que daría sin duelo si no fuera
por temor a sentir cuando me hundiera
el ágonico triunfo del fracaso.

Con billete de angustia y sitio escaso,
dudando entre luchar o morir fuera,
naufraga mi cordura en la patera
y el mar intuye presa en el ocaso.

La línea de la costa prometida
se difumina esquiva, sorprendida
de ser cielo soñado por mi suerte;

y una esperanza gris, desconocida,
ase mi mano al remo de la vida
mientras navega mi alma hacia la muerte.




Mario.

Precioso soneto. Siempre tus versos mirando el lado positivo y esperanzador. Un placer inmenso leerte
Un abrazo hasta Alfaro y saludos a tu mujer
Pilar

Mario Martínez,
Tienes una facilidad pasmosa para el soneto. Te salen tan naturales y espontáneos que en ningún momento parecen forzados. De otro lado, hay en tus poemas, sean sonetos o polimétricos, un gran sentido humanista, y como dice Pilar, siempre prevalece la esperanza. Hay un verso que me ha encantado (que extraído de su contexto es el más pesimista): "el ágonico triunfo del fracaso". Es una hermosa contradicción.

Un abrazo, amigo Mario.

Un gustazo leerte este fantástico soneto Mario.

Magistral Mario, te haces poesía y belleza.

Abrazos

Me has emocionado, Mario!

Aplaudo tu hacer magistral.

Un abrazo enorme y mi enhorabuena.

Hallie

Impecable soneto, como acostumbras, que he podido disfrutar antes en la lectura de tu poemario Huellas de Paso. Siempre es grata la lectura y relectura de los textos que nos gustan y celebro que lo hayas publicado aquí, pues así serán muchos más los que puedan compartir este buen momento.
Con un abrazo.
Salud.

Gracias, amiga Pilar.
Me alegra que te haya gustado este soneto en el que me meto en la piel de quienes arriesgan su vida por venir a un mundo donde les suele esperar el infierno, no el paraíso.
Un abrazo.
Mario.

Es una hermosa contradicción.


Gracias Óscar. Me gustan las contradicciones, creo que soy una persona contradictoria, en una ocasión en el Instituto, y tras haber sacado un cero en un examen oral, al siguiente día me pusieron un diez en la misma materia. El profesor dijo que yo iba a ser el hombre de los ceros y los dieces. Yo tenía 12 años, pero creo que acertó.
Un abrazo.
Mario.

Ciértamente la frontera del tiempo está a tiro de piedra.
Qué angustiada se me queda el alma, sólo con pensarlo.
Y A LA DERIVA...
Saludos.
Amparo

Gracias Carmen.
Me alegra mucho que te haya gustado este soneto. Un fuerte abrazo.
Mario.

No solo de amor vive el soneto.
Con tu maestria habitual nos sumerges en el drama de los que llegan al infierno buscando el paraiso.¿Como calificar entonces el lugar del que parten?.Mucho trabajo por hacer para que no se produzca este drama, y puedan vivir en sus paises, donde el expolio, la corrupción, las guerras, las enfermedades, convierten la vida en mera supervivencia.
Un abrazo grande,Mario.

Gracias Just por ese comentario tan amable.
Me alegra que te haya gustado. Un abrazo.
Mario.

No tan a la deriva, porque sigues el rumbo de derrota. Conoces el destino que te aguarda y te aferras a las jarcias impasible ante la tempestad. Como bien dices, en esta singladura, la última, aunque gris, hay esperanza.

Delicioso soneto, por cierto.

Un abrazo

Marcos

Excepcional soneto, amigo Mario, el de esta deriva a la esperanza, en las aguas de la vida, consciente también que todo concluirá en un sonoro naufragio.

Un abrazo, querido amigo.