Editorial Alaire

A Sara A., con amor y devoción

Hay un rayo de luz
que juguetea en el iris de tus ojos
moteando el cristalino
con imágenes caleidoscópicas
de un tiovivo
y un caballito que galopa
espoleado por tu amor.

Por fin el sol ha hecho su nido
en el cuenco de tus manos de barca,
de esas manos que criban el oro
en aguas salobres.

Hoy el sol ya no es aquella ave migratoria
que te quemaba con su aliento de fuego;
ahora es la caricia bonancible
donde sestean las horas
los gatos
sobre los tejados picudos.

Hubo un tiempo en que las penas pendían en catarata
por el desnivel sinuoso de tus mejillas,
muriendo en el salto del ángel.

Otrora,
las alegrías,
arracimadas en bancos de peces,
quedaron enredadas en la almadraba de la tristeza,
y no supieron cómo zafarse de sus dientes de plata,
que apresaban el cardumen con saña.

Pero la tristeza se perdió en el mar de tus lágrimas
como una carta de amor tragada por las aguas.

Y ahora es sólo papel húmedo y tinta mojada.

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.

y eso porqué es? porque el colega Oscar se entrega hasta la saciedad por su amor...como últimamente sucede amigo, me atrevo a desvirgar tu poema sin ningún pudor...con el permiso de Sara...abrazo fuerte socio y bonito poema...

La imagen del tiovivo es evocadora y predispone el ánimo. Algo tienen aquellos tiovivos clásicos que atrae las atenciones de nuestros sentimientos... quizás porque en ellos depositamos de niños gran parte de nuestras emociones. Por eso tus versos se leen y entienden estupendamente después de mirar un rato la imagen del tiovivo. Como profesional de cine como creo que eres, tú sabes mejor que yo de estas cosas y las utilizas poéticamente.
Decirte que el poema me ha gustado mucho e intuyo que a Sara mucho más.
Un abrazo,amigo.
J. manuel

Óscar Bartolomé Poy escribió:
A Sara A., con amor y devoción

Hay un rayo de luz
que juguetea en el iris de tus ojos
moteando el cristalino
con imágenes caleidoscópicas
de un tiovivo
y un caballito que galopa
espoleado por tu amor.

Por fin el sol ha hecho su nido
en el cuenco de tus manos de barca,
de esas manos que criban el oro
en aguas salobres.

Hoy el sol ya no es aquella ave migratoria
que te quemaba con su aliento de fuego;
ahora es la caricia bonancible
donde sestean las horas
los gatos
sobre los tejados picudos.

Hubo un tiempo en que las penas pendían en catarata
por el desnivel sinuoso de tus mejillas,
muriendo en el salto del ángel.

Otrora,
las alegrías,
arracimadas en bancos de peces,
quedaron enredadas en la almadraba de la tristeza,
y no supieron cómo zafarse de sus dientes de plata,
que apresaban el cardumen con saña.

Pero la tristeza se perdió en el mar de tus lágrimas
como una carta de amor tragada por las aguas.

Y ahora es sólo papel húmedo y tinta mojada.

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.

Un gran poema Óscar. Me ha gustado esa mezcla de ternura y melancolía. Hay algunas metáforas sorprendentes, y las imágenes muy logradas, muy elegantes, pintando un paisaje de tristeza y compasión, y qué es la compasión sino el amor con ropaje de lágrimas. Me ha gustado mucho amigo Óscar, como siempre es un placer leer tus obras.
Un abrazo grande.

Y ahora es sólo papel húmedo y tinta mojada.

Se siente inmensa la nostalgia entre tus versos, un final magnifico, me ha encantado leerte, un fuerte abrazo Poeta,

Cecilia

Óscar Bartolomé Poy escribió:
A Sara A., con amor y devoción

Hay un rayo de luz
que juguetea en el iris de tus ojos
moteando el cristalino
con imágenes caleidoscópicas
de un tiovivo
y un caballito que galopa
espoleado por tu amor.

Por fin el sol ha hecho su nido
en el cuenco de tus manos de barca,
de esas manos que criban el oro
en aguas salobres.

Hoy el sol ya no es aquella ave migratoria
que te quemaba con su aliento de fuego;
ahora es la caricia bonancible
donde sestean las horas
los gatos
sobre los tejados picudos.

Hubo un tiempo en que las penas pendían en catarata
por el desnivel sinuoso de tus mejillas,
muriendo en el salto del ángel.

Otrora,
las alegrías,
arracimadas en bancos de peces,
quedaron enredadas en la almadraba de la tristeza,
y no supieron cómo zafarse de sus dientes de plata,
que apresaban el cardumen con saña.

Pero la tristeza se perdió en el mar de tus lágrimas
como una carta de amor tragada por las aguas.

Y ahora es sólo papel húmedo y tinta mojada.

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.

Oscar, la primera estrofa es una fiesta. El resto del poema no se queda atrás pero me impactaron ese rayo de luz, ese tiovivo, esas imágenes caleidoscópicas.
Estoy trabajando con poemas de Alejandra Pizarnik así que subirme a esa calesita de emociones claras y profundas que es tu poema me vino de perlas para equilibrar el ánimo.

Felicitaciones por el poema! Felicitaciones por ese amor maravilloso!
Y besos para los dos.

El poema es como un cuento de hadas. Echo de menos, quizá, la insinuación de algún presagio terrible (que, ahora que lo pienso, podría estar en la imagen...), aunque no deja de conmoverme esa cualidad cristalina de tu verso, ese opitimismo, siempre sanador, reflejo de la pureza del sentimiento.

Un abrazo,

Esteban

Me encanta la imgen del tiovivo y los versos que lo contienen. Un placer
Un abrazo
Pilar

Jaume vendrell KYUSS escribió:y eso porqué es? porque el colega Oscar se entrega hasta la saciedad por su amor...como últimamente sucede amigo, me atrevo a desvirgar tu poema sin ningún pudor...con el permiso de Sara...abrazo fuerte socio y bonito poema...

Como viene siendo costumbre, estrenas los comentarios a mi poema, y yo te estoy muy agradecido, amigo Jaume. Sé que Sara también lo está. Como bien dices, mi entrega amorosa es total. Ella es poesía y mi poesía.

Un fuerte abrazo, amigo.

José Manuel Sáiz escribió:La imagen del tiovivo es evocadora y predispone el ánimo. Algo tienen aquellos tiovivos clásicos que atrae las atenciones de nuestros sentimientos... quizás porque en ellos depositamos de niños gran parte de nuestras emociones. Por eso tus versos se leen y entienden estupendamente después de mirar un rato la imagen del tiovivo. Como profesional de cine como creo que eres, tú sabes mejor que yo de estas cosas y las utilizas poéticamente.
Decirte que el poema me ha gustado mucho e intuyo que a Sara mucho más.
Un abrazo,amigo.
J. manuel

Sólo soy un crítico de cine que tiene la experiencia de escribir y dirigir algún cortometraje, pero el funcionamiento de la cámara (oscura, como la retina) me ha servido para escribir la primera estrofa. Al principio pensé en la figura del zootropo y de la linterna mágica, pero al final me decanté por el caleidoscopio, que quizá sea más poético y más colorido, ya que éste es un poema esperanzador, inundado por la luz desde el primer verso. El tiovivo, como aciertas a señalar, nos devuelve a la niñez, a una época de la vida en que todo era más fácil. No hay amor verdadero que no sea infantil.

Sí, a Sara le ha encantado el poema, y sólo con eso ya me siento contento, pues hacerla feliz es mi mayor deseo.

Gracias por expresarme tu opinión acerca de mis versos. Sabes que la valoro mucho. Un fuerte abrazo, amigo José Manuel.

Fermín Lasarte escribió:

Óscar Bartolomé Poy escribió:
A Sara A., con amor y devoción

Hay un rayo de luz
que juguetea en el iris de tus ojos
moteando el cristalino
con imágenes caleidoscópicas
de un tiovivo
y un caballito que galopa
espoleado por tu amor.

Por fin el sol ha hecho su nido
en el cuenco de tus manos de barca,
de esas manos que criban el oro
en aguas salobres.

Hoy el sol ya no es aquella ave migratoria
que te quemaba con su aliento de fuego;
ahora es la caricia bonancible
donde sestean las horas
los gatos
sobre los tejados picudos.

Hubo un tiempo en que las penas pendían en catarata
por el desnivel sinuoso de tus mejillas,
muriendo en el salto del ángel.

Otrora,
las alegrías,
arracimadas en bancos de peces,
quedaron enredadas en la almadraba de la tristeza,
y no supieron cómo zafarse de sus dientes de plata,
que apresaban el cardumen con saña.

Pero la tristeza se perdió en el mar de tus lágrimas
como una carta de amor tragada por las aguas.

Y ahora es sólo papel húmedo y tinta mojada.

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.

Un gran poema Óscar. Me ha gustado esa mezcla de ternura y melancolía. Hay algunas metáforas sorprendentes, y las imágenes muy logradas, muy elegantes, pintando un paisaje de tristeza y compasión, y qué es la compasión sino el amor con ropaje de lágrimas. Me ha gustado mucho amigo Óscar, como siempre es un placer leer tus obras.
Un abrazo grande.

Yo no hablaría de compasión (una palabra que no está en mi vocabulario amoroso), sino de comprensión. Éste es un poema tierno y melancólico, como bien dices, pero también entregado y comprensivo. En el amor la comprensión es tan necesaria como la pasión.

Me alegro de que te hayan gustado mis metáforas. Los últimos versos son mis preferidos, y es de allí de donde partió todo.

Un fuerte abrazo, amigo Fermín.

Cecilia Martos escribió:Y ahora es sólo papel húmedo y tinta mojada.

Se siente inmensa la nostalgia entre tus versos, un final magnifico, me ha encantado leerte, un fuerte abrazo Poeta,

Cecilia

Sí, el final es tal vez lo que más me gusta. Aunque hay nostalgia, es un poema que invita a la esperanza, y por eso empieza con un rayo de luz.

Un abrazo, amiga Cecilia.

Aubriel Camila de la Prad escribió:

Óscar Bartolomé Poy escribió:
A Sara A., con amor y devoción

Hay un rayo de luz
que juguetea en el iris de tus ojos
moteando el cristalino
con imágenes caleidoscópicas
de un tiovivo
y un caballito que galopa
espoleado por tu amor.

Por fin el sol ha hecho su nido
en el cuenco de tus manos de barca,
de esas manos que criban el oro
en aguas salobres.

Hoy el sol ya no es aquella ave migratoria
que te quemaba con su aliento de fuego;
ahora es la caricia bonancible
donde sestean las horas
los gatos
sobre los tejados picudos.

Hubo un tiempo en que las penas pendían en catarata
por el desnivel sinuoso de tus mejillas,
muriendo en el salto del ángel.

Otrora,
las alegrías,
arracimadas en bancos de peces,
quedaron enredadas en la almadraba de la tristeza,
y no supieron cómo zafarse de sus dientes de plata,
que apresaban el cardumen con saña.

Pero la tristeza se perdió en el mar de tus lágrimas
como una carta de amor tragada por las aguas.

Y ahora es sólo papel húmedo y tinta mojada.

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.

Oscar, la primera estrofa es una fiesta. El resto del poema no se queda atrás pero me impactaron ese rayo de luz, ese tiovivo, esas imágenes caleidoscópicas.
Estoy trabajando con poemas de Alejandra Pizarnik así que subirme a esa calesita de emociones claras y profundas que es tu poema me vino de perlas para equilibrar el ánimo.

Felicitaciones por el poema! Felicitaciones por ese amor maravilloso!
Y besos para los dos.

Sí, lo mejor no son los poemas que escribo, sino el amor que me hace escribirlos, y en eso Sara tiene mucho que ver (lo tiene todo que ver). Sin ella no existiría ese rayo de luz ni ese tiovivo.

¿Sabes? Cuando hice referencia al caleidoscopio pensé en que a ti te deben de gustar mucho, porque a menudo lo mencionas en tus comentarios.

Gracias por tus buenos deseos, Aubriel. Un fuerte abrazo, amiga.

Lo que cada vez me gusta más de tu poética son los argumentos sólidos de tus poemas, y el desarrollo de los mismos en impecables versos de buenas imágenes y metáforas. En síntesis, se me hace agradable leerte, tocayo.

Un abrazo.
Óscar

Esteban Granado escribió:El poema es como un cuento de hadas. Echo de menos, quizá, la insinuación de algún presagio terrible (que, ahora que lo pienso, podría estar en la imagen...), aunque no deja de conmoverme esa cualidad cristalina de tu verso, ese opitimismo, siempre sanador, reflejo de la pureza del sentimiento.

Un abrazo,

Esteban

No hay malos presagios. Es un poema esperanzador y balsámico. Eso es lo que siento en este momento y lo que quise plasmar en estos versos. También hay una cierta melancolía que rara vez me abandona.

Me gusta que hables de la "cualidad cristalina" de mi verso, así como saber que te ha conmovido. Es un placer contar con tus comentarios.

Un abrazo, Esteban.