Un eco que nada era...
Publicado: Lun, 01 Jun 2009 21:01
UN ECO QUE NADA ERA
un llanto flébil de mi carne fluye aún caliente
sin cayado ni albedrío
cosiéndose al espinazo de este silbido otoñal
un índice admonitorio que apunta a una muchedumbre
me recuerda que lo muerto es el ínsito quebranto
cianóticamente asmático
de las funciones supremas horadadas por el miedo
es el velo transparente de lo vivo detenido por el frío
por los ásperos senderos de mi exangüe geografía
es un gozo fructuario que purga sus temblores en la nieve
lanzado violentamente a lo negro riguroso del invierno
ese final aterido donde no llegan alburas
una totalidad malograda que sueña mares y azules
una secuencia de cielos ya sin sustento del aire
donde viajan al poniente sin billete ni equipaje
en un tren de cercanías mis latidos claudicantes
la dicha fue una fanfarria de estridentes juramentos
un dispendio de futuro
un instante de agua fresca en mi lengua polvorienta
un palmo de eternidad que pudo ser engendrada
en la matriz de una estrella
un ligero resplandor que nació para extinguirse
sin dejar rescoldo alguno
ahora
estos famélicos hielos se me clavan como espuelas
son el pérfido alimento de este invierno pertinaz
acaso serán caimanes acechándome entre el lodo
escarbando sin fatiga hasta llegar a mi huesos
ya se va entornando el cielo
agitando su pañuelo tras los muros del ocaso
y una sombra amenazante ya va surcando el abismo
acaparando su usura
para hospedarse en mi noche de inveterado silencio
si
como veis
aquí estoy
estrepitosos danzantes
animalillos de arena que el viento tornará olvido
pulcramente lubricados para iniciar la partida
que fermentáis madrugadas y compiláis peripecias
en un trozo de papel
inseminando esperanzas copulando con muñecas
de una verdad ignorada
haré recuento de salmos que cantaré por vosotros,
orillándome al andén de un vidrioso amanecer
por cerciorarme que soy
un recorrido a la inversa que se le borró el paisaje
con mis versos incompletos en la suela de un zapato
una afásica entelequia que se alimenta de sobras
de una aurora desvelada
una mentira que fui con atisbo de verdad
de un eco que nada era
Nésthor Olalla
_________________
Sigo derogando leyes.
un llanto flébil de mi carne fluye aún caliente
sin cayado ni albedrío
cosiéndose al espinazo de este silbido otoñal
un índice admonitorio que apunta a una muchedumbre
me recuerda que lo muerto es el ínsito quebranto
cianóticamente asmático
de las funciones supremas horadadas por el miedo
es el velo transparente de lo vivo detenido por el frío
por los ásperos senderos de mi exangüe geografía
es un gozo fructuario que purga sus temblores en la nieve
lanzado violentamente a lo negro riguroso del invierno
ese final aterido donde no llegan alburas
una totalidad malograda que sueña mares y azules
una secuencia de cielos ya sin sustento del aire
donde viajan al poniente sin billete ni equipaje
en un tren de cercanías mis latidos claudicantes
la dicha fue una fanfarria de estridentes juramentos
un dispendio de futuro
un instante de agua fresca en mi lengua polvorienta
un palmo de eternidad que pudo ser engendrada
en la matriz de una estrella
un ligero resplandor que nació para extinguirse
sin dejar rescoldo alguno
ahora
estos famélicos hielos se me clavan como espuelas
son el pérfido alimento de este invierno pertinaz
acaso serán caimanes acechándome entre el lodo
escarbando sin fatiga hasta llegar a mi huesos
ya se va entornando el cielo
agitando su pañuelo tras los muros del ocaso
y una sombra amenazante ya va surcando el abismo
acaparando su usura
para hospedarse en mi noche de inveterado silencio
si
como veis
aquí estoy
estrepitosos danzantes
animalillos de arena que el viento tornará olvido
pulcramente lubricados para iniciar la partida
que fermentáis madrugadas y compiláis peripecias
en un trozo de papel
inseminando esperanzas copulando con muñecas
de una verdad ignorada
haré recuento de salmos que cantaré por vosotros,
orillándome al andén de un vidrioso amanecer
por cerciorarme que soy
un recorrido a la inversa que se le borró el paisaje
con mis versos incompletos en la suela de un zapato
una afásica entelequia que se alimenta de sobras
de una aurora desvelada
una mentira que fui con atisbo de verdad
de un eco que nada era
Nésthor Olalla
_________________
Sigo derogando leyes.