Editorial Alaire

Después de caminar juntos
por el bosque con las manos entrelazadas,
nos sentamos en el borde de la fuente.

Te miro a los ojos, sucede como un juego
queriendo que tu mirada
adivine mi enamoramiento.
Absorto en tu rostro, oigo a los lejos
el sonido manantial y tu voz preguntando:
¿estas bien? ¡que tienes!

Sin perder tu mirada mis ojos te sonríen,
te gritan ¡te quiero!
Muero por que intuyas mi deseo de ti, de un beso,
de tu ternura.

Y hoy maldigo
el estar aquí furioso, amordazado,
atado, entre estas cuatro paredes
acolchonadas gritando en silencio:

¡Estúpida!

¿La tiraste desde el borde de la fuente por no adivinar tu pesamiento?
Sea cual sea el motivo que estes en una habitación con las apredes acolchadas el poema es excelente.
Espero que te dejen salir pronto, jejejejjejeje.Venga a ti te mando un abrazo, al protagonista de tu poema también que el pobre hombre me cae bien.
Hasta otra lectura.
Joan

Tristany Joan Gaspar escribió:¿La tiraste desde el borde de la fuente por no adivinar tu pesamiento?
Sea cual sea el motivo que estes en una habitación con las apredes acolchadas el poema es excelente.
Espero que te dejen salir pronto, jejejejjejeje.Venga a ti te mando un abrazo, al protagonista de tu poema también que el pobre hombre me cae bien.
Hasta otra lectura.
Joan

Jajajaja así es, también yo espero lo dejen salir.... tan pronto se explique.

Siempre me ponen de buen humor tus comentarios

Un abrazo amigo.