Editorial Alaire

Detén ese reloj hasta el amanecer
Déjame estar contigo un poco más.
Quién sabe lo que esta noche aún puede pasar.

Haz caso a tu corazón
No intentes disimular
Conserva sólo tu amor
Quítate lo demás
No quiero que entre los dos algo pueda estorbar.
Nadie me puede reprochar que quiera ser
Un ave perdida en el verano de tu piel.
Nadie te puede reprochar que quieras ser
Brisa para unas alas que intentan volver.

Muy interesante la presentación de este poema que parece establecer un diálogo entre cada lado, donde la lectura se realiza en horizontal y en vertical siendo complementarios e independientes a su vez. Me ha gustado (además del aspecto visual que también tiene su aquel).

Un abrazo.

Gracias, amigo, por tus palabras. No sé si es trabajo de poeta o empeño de zascandil el mío: el descolgar los versos -si así pueden llamarse- de semejante manera.
Lo cierto es que un texto simplón como este adquiere otra imagen cuando se le revuelve un poco. A mí también empezó a gustarme cuando lo advertí por casualidad.
Un abrazo

Buenísimo, Mario! Me encantan los poemas dispuestos de tal manera que se pueden leer de diferentes formas. No es fácil. Y lo hiciste de maravilla.
Un gusto conocerte.

Besos.