Editorial Alaire

Infausto caminar en mi desierto,
palmeras, cocos, noches, y nostalgia.
Entristecido vas, por tu neuralgia:
Brindándome cariño a cielo abierto.

Tormenta en el desierto que se esfuma
y decreta mi muerte ante tus ojos,
postrado con tu amor y tus despojos
en el silencio eterno que me abruma.

El sensible rumor que lleva el viento,
delimita el camino del ausente
y el céfiro parece omnipotente
luciendo su color amarillento.

Solitaria me aboco a mi destino,
resisto sus embates victoriosa,
procurando en laguna misteriosa
un lugar especial y cristalino.

Lila Manrique: En cierta ocasión se me dijo que para la métrica tenía un zapato por oreja. Creo que esa era una opinión más bien dolosa: Nadie es tan sordo como para no disfrutar de la natural musicalidad de un buen poema ni tan lerdo como para no aprehender su tono y su sentido. Quizá no se tenga el talento para realizarlo en versos, lo cual no significa estar incapacitado para gozar de ellos.

Te saludo con afecto.

La elegancia está presente en tus versos. Un placer leerte
Un abrazo
Pilar

Antonio, tus palabras, son sumamente especiales.
Gracias por donarme tu tiempo, en la lectura de
estos versos.
Un abrazo para ti

Tu poema es muy bello y el mensaje esta lleno de imagenes impactantes y con su lado desolador.
Me ha gustado mucho tanto la fluidez y el ritmo de lo que escribes como el contenido por esas imágenes que tan bien dibujas con tus versos.
Mis aplausoso y un fuerte abrazo
Joan

Pilar, muy agradecida por tus palabras,
y tu presencia en estos versos.
Abrazos