Editorial Alaire

Un hombre Camina. Su pasos se dirigen hacia
un convite
de espacio y de tiempo que yo no preveo
pero que aun asi, con curiosidad de jubilado,
deseo divagar. Hago cálculos entonces
e imagino
un paisaje sin durezas
por donde animoso avanza
sin entorpecimientos de acera
y con aire complacido de hombre libre.

Así, para mi curiosidad trazare su trayectoria

Quiza yo mismo, me digo, deba encaminar
sus pasos,
orientarlo desde este lugar común
a nosotros - paisanos complacidos por su suerte-
y desde aqui,
libérrimo,
que sus pasos le conduzcan a otra parte,
lejos de este barrio
en donde, dadivoso de otro mundo,
justifique al menos una vida
de entre todas las del aquí.

Pero el no sabe de mis ensoñaciones.

De pronto, y sin extravagancia,
el hombre
tuerce la esquina hacia la calle de Cervantes
en donde ocupa un puesto
de casquero

Lo se, mi proyecto como sus intenciones es poco riguroso.

Con naturalidad
el caminante desmonta, a cada paso que lo aproxima
a la tienda
el mapa que mi mente ha desplegado para el;
diría mas: toda geografía idealizada para
un hombre



Nota: pido disculpas por algunos acentos omitidos (es un problema del ordenador) y por otras cosillas, claro esta, en donde el ordenador ya no tiene nada que ver... Un saludo

Los pasos de la mano de la imaginación. Me gustó leerte
Un abrazo
Pilar

Menos mal que a los poetas nos quedan las ensoñaciones, ya que la vida real es totalmente prosaica. Me gustó leerte de nuevo, Emilio. Un fuerte abrazo.

Siempre que hablas de mi poesía nombras la desnudez... fíjate yo creo que es mucho más complicado escribir como tú lo haces: mirando hacia fuera... Más complicado y, tal vez, más maduro.

Como siempre, un placer,

Carmen

Un poema precioso y muy original. Me ha encantado pasar por tu ingeniosos letras y por esas imágenes que tan bien trazas
Mis felicitaciones y un abrazo
Joan