Editorial Alaire

Venezia, el poema se comenta por sí solo; declino con el elogio de mis palabras ningún otro comentario que no sea a favor de leer una y otra vez tu fantástico poema. Felicidades.
Salud.

Venezia Lesseps,

Versos largos

con contenido extraodinario

magnífico ritmo


te felicito


Un abrazo fuerte, querida amiga

Tu poema es original, emotivo y fascinante.
Es toda una aventura adentrarse en tus versos.
Me ha encantado
Mis felicitaciones y un abrazo
Joan

"...para nuestro castigo fuimos adolescentes..." (Pere Gimferrer).

Magnífico poema, Venezia, y me gusta la cita. ¿Sabes? Ese es uno de los poemas novísimos de los que siempre retuve su inicio. Y también me gusta el tuyo: "A excepción de un pretérito perfecto, todo pudo haber sido...". Luego, se desarrolla entre las evocaciones y las alusiones (algunas de ellas me son, también, familiares), entre el pretérito perfecto y el imperfecto, entre el orgullo y el desencanto, conduciéndonos a través de lo que era y lo que fue de manera soberbia. Y ese final que quiere negar la evidencia de lo efímero... La adolescencia, para nuestro castigo o para nuestro consuelo algo queda tal vez en lo que somos hoy, ¿no te parece?

Un afectuoso saludo.

Julián Borao

Me ha gustado mucho acompañarte en este "viaje" alucinante. ¡Qué manera de arrancar los recuerdos! El ritmo del poema es descollante, produce vértigo, asombro, incita y excita. En verdad, ha sido un placer, apreciada Venezia.

Un saludo afectuoso.
Óscar

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A excepción de un pretérito perfecto, todo pudo haber sido
cuando el mundo cabía en un sollozo,


No lo vi pasar en su momento. Me ha encantado recorrer este poema; un verdadero viaje contra el tiempo. Bravo poeta!

Besos - Iben



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Venecia, tu poema es fantástico y extraordinario. Se lee con una fluidez que transporta a esos momentos del pasado o de tu vívida imaginación.

Tremendo poema.

Aplausos
Un abrazo grande
Ana

Genial el inicio, intrigante el aterrado final, veneziano todo, luego, de un estilo magnífico o, bien, un regreso al futuro trufado de clamores que me gustan, mucho.
La familiaridad es una condena para los objetivismos, no sé, todo se reconoce.

Efectivamente, hay similitudes entre nuestro verso. La lucha desesperada por huir de la estética ancestral, convulsiona el fundamento de lo amablemente artístico. Hay valentía y es lo principal.

Sí, ya sé, te veo, iniciar, cambiar, romper, delinquir en la forma. Vamos allá, pero no es tan fácil. Querida Venezia, hablamos de tomar la temperatura del talento.

Hace poco más de un año, Antonio Gamoneda nos dijo, a Ferreiro y a un servidor, que era fundamental olvidarse de cuanto se sabe. Gamoneda, me ha hecho reflexionar mucho y aún estoy en ello. Por lo pronto, paso olímpicamente de cuanto sea poéticamente correcto. Y, en el poemario que ahora nos ocupa, lo intentaré demostrar.

Se acabaron los rollos que se dicen pero no se sabe porqué. Obviamente, en ese orden de cosas, la intuición se me antoja primordial, así, no podemos hablar de otra cosa que no se llame talento, es decir, habilidad innata para fabricar lo inmaterial.

Como no puedo olvidar lo poco que sé, me postulo del lado de aprovechar lo que no sé.

En fin, ha sido un placer leerte, caro disfrute que se da de vez en cuando. Bien, la esencia no se discute. Hay poeta, lo aseguraría, siempre que se olvide cuanto se sabe del miedo. O, bien, estamos hablando de un poema bellísimo, un buen trabajo poético.

Te envío un fuerte abrazo.

Excelente, diverso, elegante, como lo es la mayor parte de tu poesía amiga Venezia, esta vez nos traes un feed-back de adolescencia y sus desengaño como reflexión de aprendizaje.

Bicos.