Editorial Alaire

De mi nuevo poemario a punto de ver la luz, "Nido de sonetos":


El mendigo


Espérate que busque la pena en mi bolsillo
y sacuda la escarcha de mi conciencia fría,
espera que me apiade y encuentre el alma mía
en el cajón del tiempo para sacarle brillo.

Espérate que entienda que no eres ese pillo
que trata de arrancarme la caridad vacía,
espera que dé aliento a tu esperanza umbría,
para matarla luego con gélido cuchillo.

Espera que tan sólo contemplen mi flaqueza
los pájaros del parque, la tarde que suspira,
el cielo que apagado alumbrará tu muerte.

Entonces arrojando la mísera riqueza,
dejaré mi moneda con la mano que aspira
a no verse tendida compartiendo tu suerte.




Mario.

Mario no soy de utilizar estas expresiones, pero UFFFF!!!!!!!!!!!!! Qué pedazo de poema amigo, o mejor dicho soneto. Es realmente deslumbrante, cómo vas describiendo tus propias sensaciones ante la mano tendida del mendigo, y se final deseando no tener la misma suerte. Dispara para muchos lugares, y habría que decir muchas cosas, pero solo diré que es genial y que es uno de los mejores poemas que he leído aquí en el foro.
Un placer Mario, si todos los sonetos de tu libro son así, creo que tendrá un éxito asegurado.
Un abrazo grande de admiración.

"...espera que me apiade 'y' encuentre el alma mía..."


Magnífico soneto en alejandrinos, con un cierre rotundo; pero quizá y en mi humilde opinión esa conjunción en el hemistiquio evita que sea pefecto.

Un abrazo, Mario.

Marcos

Mario Martínez,

Alejandrinos de oro, querido amigo

me lo llevo...aprendo


un abrazo fuerte

Mario Martínez escribió:De mi nuevo poemario a punto de ver la luz, "Nido de sonetos":


El mendigo


Espérate que busque la pena en mi bolsillo
y sacuda la escarcha de mi conciencia fría,
espera que me apiade y encuentre el alma mía
en el cajón del tiempo para sacarle brillo.

Espérate que entienda que no eres ese pillo
que trata de arrancarme la caridad vacía,
espera que dé aliento a tu esperanza umbría,
para matarla luego con gélido cuchillo.

Espera que tan sólo contemplen mi flaqueza
los pájaros del parque, la tarde que suspira,
el cielo que apagado alumbrará tu muerte.

Entonces arrojando la mísera riqueza,
dejaré mi moneda con la mano que aspira
a no verse tendida compartiendo tu suerte.




Mario.

Mario, un poema que toca el corazón.Y cómo!

"dejaré mi moneda con la mano que aspira
a no verse tendida compartiendo tu suerte"

Ufffff! Sí, leí el comentario de Fermín y estoy de acuerdo con él: pedazo de poema.

Besos y aplausos.

Mario Martínez escribió:De mi nuevo poemario a punto de ver la luz, "Nido de sonetos":


El mendigo


Espérate que busque la pena en mi bolsillo
y sacuda la escarcha de mi conciencia fría,
espera que me apiade y encuentre el alma mía
en el cajón del tiempo para sacarle brillo.

Espérate que entienda que no eres ese pillo
que trata de arrancarme la caridad vacía,
espera que dé aliento a tu esperanza umbría,
para matarla luego con gélido cuchillo.

Espera que tan sólo contemplen mi flaqueza
los pájaros del parque, la tarde que suspira,
el cielo que apagado alumbrará tu muerte.

Entonces arrojando la mísera riqueza,
dejaré mi moneda con la mano que aspira
a no verse tendida compartiendo tu suerte.




Mario.

Algo tendrá este soneto cuando tantos lectores que no son amantes de las composiciones clásicas han manifestado su dilección por él. En ella observo tu acendrada sensibilidad, que es capaz de conmover al corazón más pétreo. Me ha encantado esa sinécdoque por medio de la cual llamas "pena" a la moneda, y el primer terceto, en el que expresas un sentimiento tan humano como la vergüenza de no querer ser visto mientras realizas un acto ciertamente penoso.

Saludos, amigo Mario, y mis felicitaciones, una vez más, por tu libro de sonetos.

Gracias Fermín



Un placer Mario, si todos los sonetos de tu libro son así, creo que tendrá un éxito asegurado.


Los habrá mejores y peores, amigo mío, de todo tiene la viña del señor, y gracias también por augurarme ese éxito.
Me alegra que te gustase y gracias por el hermoso comentario.
Abrazos.
Mario.

Enhorabuena, Mario. Todo un detalle por tu parte anticiparnos algo de lo mucho bueno que acoge tu poemario Nido de sonetos. Con un abrazo.
Salud.

Mario Martínez escribió:De mi nuevo poemario a punto de ver la luz, "Nido de sonetos":


El mendigo


Espérate que busque la pena en mi bolsillo
y sacuda la escarcha de mi conciencia fría,
espera que me apiade y encuentre el alma mía
en el cajón del tiempo para sacarle brillo.

Espérate que entienda que no eres ese pillo
que trata de arrancarme la caridad vacía,
espera que dé aliento a tu esperanza umbría,
para matarla luego con gélido cuchillo.

Espera que tan sólo contemplen mi flaqueza
los pájaros del parque, la tarde que suspira,
el cielo que apagado alumbrará tu muerte.

Entonces arrojando la mísera riqueza,
dejaré mi moneda con la mano que aspira
a no verse tendida compartiendo tu suerte.


Mario.

Amigo Mario:
Si tu nido está lleno de huevos tan preñadoscomo éste lo está,que no te quepa duda que nacerán con alasmusculosas y ágilesligeras avecillas que volarán muy altollevando tus sonetosa manos de los dioses de todos los Olimpospara que ellos conozcanque el arte de hacer versos y de crear bellezano es exclusivo de ellos.
Un abrazo.

Gracias Marcos.
Me alegra mucho que te haya gustado el alejandrino. Un abrazo.
Mario.

príncipe del soneto, caballero de la palabra, el que acaba de alucinar le saluda...sabes que yo soneto no, pero los tuyos si...claro que si...fuerte abrazo colega Mario...

Hola Mario.

Gracias por dejarnos este hermoso poema.Totalmente de acuerdo con los compañeros, solo quedo a la espera de ese poemario que ya dirás como conseguirlo.(pagando, claro, aunque se admiten descuentos por forista o por familia numerosa).

Un abrazo grande, amigo.

un gustazo Mario este anticipo

un fuerte abrazo compañero

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La pena que produce mirar a los mendigos no es sino nuestra propia vergüenza y nuestra culpa. En una sociedad "moderna" que reza tantas teorías infértiles, no deberían tener cabida seres con carencias, al menos de este tipo.
Es pura hipocresía, amigo mío, creernos la falacia de que damos limosna, de que ayudamos; todos damos vuelta la cara, todos. Ayudar no implica dar dos o tres monedas vacías, debería implicar dar verdaderas oportunidades, pero, un ser como el humano que solo vela por sí mismos es incapaz de un altruísmo tal. Destruímos todo...todo, por la vana competencia de lo superficial y de lo económico...¿o es decir lo mismo?
Hablar verdaderamente de ello, supongo, implicaría pisar demasiado el terreno de lo político, pero todos somos arte del problema y de la solución, amigo mío, todos. Debería partir de la individualidad "ayudar", no solo a ese mendigo, sino a todo el que nos sea posible, humano o animal, jóven o viejo. En fin, sería mucho pedir en este pequeño espacio de un comentario decir lo que realmente considero trascendente para el cambio pero, cuando lo miro a través de esta pluma suya sonrío...ese final me recuerda, de una retorcida manera, que todos somos mendigos.

Gracias Ricardo, buen amigo. Me alegra que el alejandrino te haya gustado. Un abrazo.
Mario.