Editorial Alaire

J. J. M. Ferreiro escribió:Ya no duele mirar sus alas tristes
pero el recuerdo impreso de sus flancos y su viento
aquella renuncia disuelta en eternidad
aún recorre la última blasfemia...

Magnífica entrega amiga Liz, todo un lujo de imágenes que parecen agarrar al lector y gritarle su hechizante desazón, el impotente e imponente dolor de la pérdida.

Bicos

Pilar Morte escribió:Magnífico Liz. Un gusto deslizarse por tus versos
Un abrazo
Pilar

Ignacio Fajardo escribió:Me ha gustado tu poesía fuerte y rotunda, como un golpe sobre la mesa.

Un abrazo.

Jaume vendrell KYUSS escribió:Grande Liz ...me ha encantado esa manera de decir...fuerte abrazo amiga...

Óscar Bartolomé Poy escribió:Liz Barrio,
Llamas, dagas y llagas. Es un poema que alberga en sus entrañas, que aúllan como lobos, un profundo (y "rubicundo") dolor. Algunas imágenes logran traspasar la sensibilidad del lector, "como hojas secas arañando rezos desperdigados".

Me ha gustado. Saludos, Liz.

Javier Cañas Belmar escribió:Mi estimada amiga Liz ya había leído y comentado tus versos, pero veo ahora que por problemas de conexión no quedó grabado entre tus versos....garra, fuerza por todos los poros...como diciendo, joder!, copón!...expresión esta última singular de mi ciudad natal....Cuenca...sentimientos aderezados con la belleza de tu poesía escrita desde el corazón....grato compartir siempre tu sentir...un fortísimo abrazo..

javi

Antonio Soto escribió:Siempre me he preguntado por qué razón nuestra imagen se aproxima a la idea que de ella nos formamos, al grado de que es prácticamente imposible separarnos de ella en ciertos planos de nuestra realización. Así, nuestras palabras siempre permanecen ligadas a una forma de expresión que es la única en la que nos sentimos verdaderamente libres para crear. He llegado a pensar que en cierta forma se trata de una posesión, fuera de la cual el mutismo es la marca de nuestra independencia. El silencio es el castigo por el exorcismo.