Editorial Alaire

Tras esta muerte, madura la heroica resurrección ,
la que vive en la senda circular,
y abandona la puerta que nos dejó vacíos,
salvando en el indulto los recuerdos
y el reloj de testigo, sellado en lo vivido.

Pasó la cosecha, el turno puntual del maíz,
el vibrar de la impaciencia del licor primero
y el sabor inconstante que agotó la juventud.

Ha llegado el momento,
y el carruaje nos deja a la intemperie
del astro que acuña el rumbo,
y abre el horizonte de ídolos sin corona
mostrando la cruz,
el sello de las últimas páginas.

No sirve la paloma, su huella intermitente
ni la cigüeña, que retuvo la pluma de versos antiguos.

Decimos adios con la maleta de cartón, diezmada por los sueños
volviendo a la estación de andenes antiguos,
donde los rostros trazan sin urgencia el último espacio
y retienen palabras que subsistieron a la fuga.

Decimos adiós y abrimos el álbum nuevo,
de hojas que se agrupan con retratos,
aquellos, que reconocen que un día fuimos otros.

Doloroso y al mismo tiempo espléndido, Pilar.
Un gusto leerte, pero así: UN GUSTO.

Un beso enorme para vos.

Vernos en el ocaso reconociendo los rostros en que fuimos, anidando la traición de la memoria que se niega a obedecer el impulso de sabernos en la incógnita de nosotros mismos, en el instante en que la claridad allana los caminos del ser esencial, el único que nos acompaña hasta el último aliento.

Me reconozco e identifico en estas líneas de pulida esencia.

Ha sido un placer leerlas.

Hola Pilar, un poco triste, amiga mía, pero expléndidos los versos, como siempre. me gustó. Un abrazo.
Mario

Sin palabras, querida amiga... qué belleza tan tristemente estoica de los adioses.
Me pierdo en tus versos como en una fotografía sin papel.
Gracias por regalarnos este poema.
Saludos.
Amparo

Pilar Morte,
"Decimos adiós y abrimos el álbum nuevo,
de hojas que se agrupan con retratos,
aquellos, que reconocen que un día fuimos otros."

He disfrutado de esta última estrofa en la que muestra cómo la memoria adulterada nos juega malas pasadas. El tiempo pasa para todos, pero así como percibimos con normalidad las huellas que va dejando en los demás, nos cuesta aceptar que también pasa por nosotros.

Saludos, Pilar.

Pilar Morte,

Poemas que llegan
al corazón perfectamente
del lector... magnífico, linda amiga


un beso fuerte

Pilar Morte escribió:Tras esta muerte, madura la heroica resurrección ,
la que vive en la senda circular,
y abandona la puerta que nos dejó vacíos,
salvando en el indulto los recuerdos
y el reloj de testigo, sellado en lo vivido.

Pasó la cosecha, el turno puntual del maíz,
el vibrar de la impaciencia del licor primero
y el sabor inconstante que agotó la juventud.

Ha llegado el momento,
y el carruaje nos deja a la intemperie
del astro que acuña el rumbo,
y abre el horizonte de ídolos sin corona
mostrando la cruz,
el sello de las últimas páginas.
No sirve la paloma, su huella intermitente
ni la cigüeña, que retuvo la pluma de versos antiguos.

Decimos adios con la maleta de cartón, diezmada por los sueños
volviendo a la estación de andenes antiguos,
donde los rostros trazan sin urgencia el último espacio
y retienen palabras que subsistieron a la fuga.
Decimos adiós y abrimos el álbum nuevo,
de hojas que se agrupan con retratos,
aquellos, que reconocen que un día fuimos otros.

Excelente Pilar. Es un poema hermoso y acongojante. De la misma línea de los que te vengo leyendo. Parece que hay un cambio, que se llego a la terminación de un ciclo, una nueva muerte ha acontecido y tú te estás buscando en la nueva vida, pero mientras te buscas miras con ojos cristalinos la vida anterior. Como queriendo, con los versos, aferrarte a un pasado que como tal, que como indefectiblemente polvo, se escurre lentamente entre los dedos.
Es un gran poema amiga, con imágenes y metáforas admirables. Ha sido un gusto.
Saludos.

Aubriel Camila de la Prad escribió:Doloroso y al mismo tiempo espléndido, Pilar.
Un gusto leerte, pero así: UN GUSTO.

Un beso enorme para vos.

Me alegra mucho que te gustase el poema. Gracias por tu huella
Un abrazo
Pilar

Decimos adios con la maleta de cartón, diezmada por los sueños
volviendo a la estación de andenes antiguos,
donde los rostros trazan sin urgencia el último espacio
y retienen palabras que subsistieron a la fuga.

Decimos adiós y abrimos el álbum nuevo,
de hojas que se agrupan con retratos,
aquellos, que reconocen que un día fuimos otros.

Estas dos estrofas, querida Pilar, bien dicen lo que la poeta quiere expresar. Magníficas.

Te felicito de corazón.

Abrazos.

José Manuel F. Febles

Antonio Soto escribió:Vernos en el ocaso reconociendo los rostros en que fuimos, anidando la traición de la memoria que se niega a obedecer el impulso de sabernos en la incógnita de nosotros mismos, en el instante en que la claridad allana los caminos del ser esencial, el único que nos acompaña hasta el último aliento.

Me reconozco e identifico en estas líneas de pulida esencia.

Ha sido un placer leerlas.

Me alegra que te identifiques en mis líneas. Gracias por tus palabras
Un abrazo
Pilar

Hermoso poema, querida amiga Pilar, impregnado ya de un estilo, el tuyo, que has sabido buscar y encontrar clavando los codos.

Leo todos tus poemas con atención, y, de momento, prefiero que vayas perfilando por ti misma tanto el ritmo como la semántica de tus trabajos, pues creo que en esos dos asuntos es donde tienes más campo para mejorar.

Cuidado con el verbo, quiero decir que un verbo significa una acción determinada, luego, lo que siga tiene que corresponder. En ese punto, en ocasiones te dispersas. El ritmo, no olvides el ritmo, siempre se presenta como un argumento vital.

Una cosa es la métrica y otra cosa es el ritmo. Por mucha métrica que sepas si no tienes un buen gusto versal (algo así como el oído para los músicos), tus obras carecerán de voltaje, es decir, de emotividad que hiere las vísceras. El ritmo lo da el oído del poeta y no la contabilidad de las sílabas. Lo que pasa es que si no sabes solfeo nunca llegarás a ser un compositor, pero, ¿cuántos hay que saben solfeo y no son capaces de escribir ni una cancioncilla medio digerible? Pues eso, lo primero es el talento, después todo lo demás.

En fin, ha sido un placer leerte. Felicidades.
Un fuerte abrazo.

Poema en sepia, el tiempo que se fue y pasó (¿o pasamos nosotros por él?) y nos deja instantes poéticos como éste que debemos a ti, Pilar.

Un beso.

Pilar, buen poema sobre ese ir muriendo que es la vida,vamos cambiando,todo es lo mismo y ya nada es igual.No queda otra que irse reinventando.

Un placer de lectura, un cordial saludo.

Mario Martínez escribió:Hola Pilar, un poco triste, amiga mía, pero expléndidos los versos, como siempre. me gustó. Un abrazo.
Mario

Gracias por estar cerca y dejar tu huella
Un abrazo
Pilar