Editorial Alaire

Ahora que el reconocimiento
no quiere saber más
que de espejos troceados,
este muchacho, casi niño,
se distrae en aventar un mercurio viejo
propio de la edad de los dioses,
llega, pone agua en mis manos,
me salva y me hace inocente
de tomar prestado el aire,
de masticar dedos,
de podar un árbol torpemente,
y me cae encima una noche
y otra , y otra,
como techos de lata,
y me cubro de telas,
y comienzo a tropezar de nuevo
con los bordillos.
Después, en casa,
lejos de la vista del poeta,
desgarro palabras y mi afán
es de nuevo el alimento.

Carmen Alegre escribió:Ahora que el reconocimiento
no quiere saber más
que de espejos troceados,
este muchacho, casi niño,
se distrae en aventar un mercurio viejo
propio de la edad de los dioses,
llega, pone agua en mis manos,
me salva y me hace inocente
de tomar prestado el aire,
de masticar dedos,
de podar un árbol torpemente,
y me cae encima una noche
y otra , y otra,
como techos de lata,
y me cubro de telas,
y comienzo a tropezar de nuevo
con los bordillos.
Después, en casa,
lejos de la vista del poeta,
desgarro palabras y mi afán
es de nuevo el alimento.

Carmen, me ha encantado la visión externa e interna que dejas en este poema, ha sido un gusto leerte, saludos, Luna de Nos.-

Después, en casa,
lejos de la vista del poeta,
desgarro palabras y mi afán
es de nuevo el alimento.

Un final fantastico, a la misma altura que el poema.

Blanca

Hola Carmen

Después, en casa,
lejos de la vista del poeta,
desgarro palabras y mi afán
es de nuevo el alimento.

Un afán que nos mantiene vivos y en la brecha de este trasegar palabras dándoles forma.
Me gustó el poema, amiga mía. Un abrazo.
Mario.

Un placer pasar por tus versos
Un abrazo
Pilar

Carmen Alegre,

Maravilloso de principio a fin, querida amiga

Un abrazo fuerte

Gracias por contármelo Luna.

Un saludo.

impresdionante
creas una atmósfera irreal pero tan cercana-
Me has impresionado con tus versos.
Un abrazo
Joan

Blanca Sandino escribió:

Después, en casa,
lejos de la vista del poeta,
desgarro palabras y mi afán
es de nuevo el alimento.

Un final fantastico, a la misma altura que el poema.

Blanca

Gracias Blanca.

Un abrazo enorme, estés donde estés.

Un poema hermoso, Carmen. Me atrapó y lo lei casi sin respirar, todavía lo estoy sintiendo...

Enhorabuena!!!!

Hallie

Qué no nos falte el afan Mario, el alimento.

Un abrazo y gracias.

Un placer es encontrarte en ellos Pilar. Gracias.

Gracias querido Ricardo. Un abrazo fuerte para ti.

Espléndido poema de principio a fin. Merece el mayor de los elogios .


Mi abrazo sincero

Hola Carmen
El alimento del poeta son las palabras, sin ninguna duda, aunque a veces esa palabras nos huyan. Me gustó el poema. Abrazos.
Mario.