Editorial Alaire

QUE NADIE ME DESPIERTE

Gotas de sed tatuadas en los ojos
sembrando con tus mares esta piel

Y yo me torno…

Sed
y agua
Ciclón
y calma

Gaviota que desnuda tus pupilas,
tus pupilas de mudo,
en silencio de efigie, y te mira de lejos

Y yo me torno…

Palabra
y silencio que grita, que pregona en mil lenguas
arena
y yeso
diamante
y roca

Sol de noches en versos transparentes
Luna llena en senderos sin retorno

Obtusa
y clara
Terrenal
y celeste
Efímera
y perenne

Temblor
y temblor
de mi cuerpo y tus manos
no queda espacio, sólo
Temblor……

Y sueño………
Que nadie me despierte


Ana Villalobos Carballo
12 Enero 2008

Subes y subes Ana

nos introduces en un espacio severo, inerte, que tiembla
a cada pulso entre el deseo y la convulsión que origina
el desapego, la no necesidad, el vacío.

Y lo cuentas con versos muy bien conseguidos
con un estilo ágil que día a día
crece buscando su propia voz


un fuerte abrazo querida ana

.

Ana,

delicado tu poema como un tul evanescente tejido en sentimiento y
belleza

Y yo me torno…

Sed
.......y agua
Ciclón
...........y calma

besazosssss...............Pilar

Este poema tiene otra estructura, que a mí me resulta más acertada, menos densa. Creo que fluye bien y que has conseguido un buen efecto. El trabajo siempre da frutos, me alegro mucho por ti.

Un abrazo

Sara

Precioso poema, querida amiga, que ha sido un placer leerte.
Estoy de acuerdo con los comentarios de los compañeros que me preceden, tu poesía crece. Versos bellísimos en este trabajo tuyo. Me alegro.
Felicidades y un fuerte abrazo.

vuelvo a escuchar esta hermosa música y me encanta!

un beso

Me han encantado tus palabras.
Un abrazo.
Christian.

Escribes maravillosamente,
es todo un deleite detenerme
en tus versos.
Abrazos para ti

Encuentro este poema, desde otro punto de vista, de una madurez muy grande, como un lento caer en la noche hacia una meditación evocando contrastes luminosos. Te felicito.

Un gran abrazo querida Ana.

José Manuel F. Febles

Hola, Ana.

Muy buen poema. La verdad es que me sorprendes. Y me sorprendes agradablemente. Has mejorado y mucho. Y en muy poco tiempo. Puedes estar orgullosa de ti, desde luego, pero ojo... no te descuides ni te duermas en los laureles.

Un beso grande, guapa.

Ana, alegría encontrarte...y con un poema, fresco, liviano y que deja claro ese querer no se molestada por nadie y dejada en tus sueños...

un beso y mi cariño

Alonso de Molina escribió:Subes y subes Ana

nos introduces en un espacio severo, inerte, que tiembla
a cada pulso entre el deseo y la convulsión que origina
el desapego, la no necesidad, el vacío.

Y lo cuentas con versos muy bien conseguidos
con un estilo ágil que día a día
crece buscando su propia voz


un fuerte abrazo querida ana

.

Alonso, eres tremendamente generoso con mis versos. Lo cierto es que no sé si subo o si bajo, aunque, la verdad, es que últimamente me voy gustando más. Conozco tan poquito de este mundo de las letras que, con frecuencia, me siento dando palos de ciego sin saber como hacer para subir un peldaño o encontrar mi propia voz. Este ha sido un intendo de decir un poco más relajado y me alegra saber que he sido capaz de transmitir.

Un besazo que te llegue al corazón

Ana

Pilar Iglesias de la Torr escribió:Ana,

delicado tu poema como un tul evanescente tejido en sentimiento y
belleza

Y yo me torno…

Sed
.......y agua
Ciclón
...........y calma

besazosssss...............Pilar

Gracias, Pilarica, bello comentario me dejas. Muchísimas gracias por estar y dejar tu huella.

Un beso que te llegue al corazón

Ana

S.Castelar escribió:Este poema tiene otra estructura, que a mí me resulta más acertada, menos densa. Creo que fluye bien y que has conseguido un buen efecto. El trabajo siempre da frutos, me alegro mucho por ti.

Un abrazo

Sara

Gracias, Sara, por tu paso por mis versos. Sí, supongo que el esfuerzo en algún momento da su fruto, aunque con frecuencia me siento como dando palos de ciego. Ya veremos, se hará lo que se pueda, aunque ya vendrán también los malos, jajajaj. Gracias por tu presencia.

Un beso que te llegue al corazón

Ana V.