Editorial Alaire

Se agolpan en la boca los gritos
que sin nacer mueren ya dentro de mí
dejando un silencio rebelde de epitafio.
Rastrojo de cadáveres en la palabra queda,
crónica de un naufragio mi garganta dicta.

La voz se solidifica en éste esqueleto de horas
que a la vida, sumisa en su resumen,
transmutan en temblor de hombre deshabitado.
que aguanta sobre una arquitectura de recuerdos
el pulso de su frágil existencia y se siente
cansado de albergar la incertidumbre
de un dios que ya no ampara esa utopía
que puede salvarnos de todas la formas
de destrucción ineluctable.

Ahora advierte todo palidecer en las estancias
que el tiempo pretérito ha derribado.
Sobre las ruinas ileso su deseo,
siempre avivar la fiebre ansía
para encender este amanecer que promete
urgente luz fingiendo cerrararle las heridas.
Pero el invierno se anticipa, lo devora todo.
Sólo queda el vértigo de la ausencia
perpetuado sobre un rostro vencido en el espejo.

Rafael ... cuesta encontrar palabras para comentar este poema. Me abismó, me llevó muy muy dentro de mí misma.
Es buenísimo!

Besos.

Sobre las ruinas mi anhelo ileso,
siempre audaz, encender la fiebre ansía
para incinerar este amanecer que promete
urgente luz fingiendo cerrarme las heridas.


Una esperanza que late entre la desolación que del poema fluye, ese esperar un nuevo amanecer que derrame su bálsamo de luz sobre las heridas abiertas, aunque sea una luz finjida.
Me ha gustado el poema, amigo mío. Como siempre un placer leerte. Abrazos.
Mario.

Presiento todo palidecer en las estancias
que el tiempo pretérito ha derribado.
Sobre las ruinas mi anhelo ileso,
siempre audaz, encender la fiebre ansía
para incinerar este amanecer que promete
urgente luz fingiendo cerrarme las heridas.
Pero el invierno se anticipa, lo devora todo.
Sólo queda el vértigo de la ausencia
perpetuado sobre un rostro vencido en el espejo.

Menos mal que el final suaviza la desolación del poema. Bello poema por cierto.

Blanca

Rafael Valdemar escribió:Se agolpan en la boca los gritos
que sin nacer mueren ya dentro de mí
dejando un silencio rebelde de epitafio.
Rigor de cadáveres en la palabra advierto,
crónica de un naufragio mi garganta dicta.
La voz se solidifica en éste esqueleto de horas
que a la vida, sumisa en su resumen,
transmutan en temblor de hombre deshabitado.
Sobre una arquitectura de recuerdos aguanta
el pulso de su frágil engranaje. Se siente
cansado de albergar el espectro tibio
de un dios que ya no ampara esa utopía
que pueda salvarnos de todas la formas
primigenias de destrucción ineluctable.
Presiento todo palidecer en las estancias
que el tiempo pretérito ha derribado.
Sobre las ruinas mi anhelo ileso,
siempre audaz, encender la fiebre ansía
para incinerar este amanecer que promete
urgente luz fingiendo cerrarme las heridas.
Pero el invierno se anticipa, lo devora todo.
Sólo queda el vértigo de la ausencia
perpetuado sobre un rostro vencido en el espejo.

Supongo que comprendo esa opresión. Este poema aún en su dolor, denota que existe la posibilidad de hacer que el invierno, no pueda con todo. Saludos Rafael, Luna.-

Rafael Valdemar escribió:Se agolpan en la boca los gritos
que sin nacer mueren ya dentro de mí
dejando un silencio rebelde de epitafio.
Rigor de cadáveres en la palabra advierto,
crónica de un naufragio mi garganta dicta.
La voz se solidifica en éste esqueleto de horas
que a la vida, sumisa en su resumen,
transmutan en temblor de hombre deshabitado.
Sobre una arquitectura de recuerdos aguanta
el pulso de su frágil engranaje. Se siente
cansado de albergar el espectro tibio
de un dios que ya no ampara esa utopía
que pueda salvarnos de todas la formas
primigenias de destrucción ineluctable.
Presiento todo palidecer en las estancias
que el tiempo pretérito ha derribado.
Sobre las ruinas mi anhelo ileso,
siempre audaz, encender la fiebre ansía
para incinerar este amanecer que promete
urgente luz fingiendo cerrarme las heridas.
Pero el invierno se anticipa, lo devora todo.
Sólo queda el vértigo de la ausencia
perpetuado sobre un rostro vencido en el espejo.

Es un poema que lo mantiene a uno espectante, en suspenso. Tiene sentencias desgarradoras y ribetes existenciales que llegan sin dudas a conmover o a angustiar. Es un gran poema sin dudas y ha sido un placer comentarlo y leerlo. Saludos Rafael.

Aubriel gracias por pasarte por el poema y dejar constancia de ello

Saludos

Raf.

Me gustó tu poema que se adentra en el vértigo de la desolación
Un abrazo
Pilar

Rafael Valdemar,

Escribes maravillosamente, querido amigo

te felicito

un abrazo fuerte

Mario gracias por pasarte por mis versos y dejar constancia de tu paso por ellos.

Saludos

Raf.

Rafael, hoy te tocan versos sobre la desolación y otras ruinas. Bienvenidos sean con su mensaje de negrura si nos traen esta hermosa envoltura.

Un abrazo.

Blanca gracias por pasarte por mis versos y dejar constancian de ello.

Saludos

Raf.

Luna gracias por pasarte por mis versos y dejar constancia de ello

Saludos

Raf.

un espectáculo de poema Rafael...una fuerza con una calidad que desborda...un fuerte abrazo colega y repito, menudo poemazo...salud

Fermín gracias por pasarte por mis versos y dejar constancia de ello.

Saludos

Raf.