Editorial Alaire

Ahora que puedes,
dibújame en el aire, por si la nieve insiste;
habrás de darte prisa,
por si el cosmos, apretando del todo los gatillos,
dejase de ser nuestro,
y se llevara en su furor las puertas,
dejando amarrado nuestro esquife
a un paso de la dicha;
por si el viento nos vacía en sus bolsillos,
y sin reflejo el vino, y sin brillo de pecado
la cal de las paredes,
y el espacio prosigue sin nosotros su vuelo
con su hermosa, callada, tremenda sinfonía.

Encantado con esta lectura, Federico, en la que nos transportas sujetos al bello ritmo de tus versos y agarrados a la tensión del discurso. Estupendo poema.
Salud.

Hola Federico

Un poema brillante, eufónico y profundo que me gustó. Un abrazo, amigo mío.
Mario.

Venezia, cuánto me alegro de "verte". Hablaremos sobre lo que me indicas (que no me entero )

Abrazo gordo.

Federico.-

por si el cosmos, apretando del todo los gatillos,
dejase de ser nuestro,
y se llevara en su furor las puertas,
dejando amarrado nuestro esquife
a un paso de la dicha;

Esperemos que no ocurra nunca.

Aplausos, Federico, muchos.

Ha sido un placer volver a leer un poema tuyo.

Blanca

Me encantó el comienzo del poema, su trayectoria, el broche final.

Un saludo Federico.

Julio, un abrazo, y gracias por el paso.


Quedo meditando con tu firma.

Mario, me alegro te gustara.

Un abrazo.

F.-

Ocurrirá, Blanca, ocurrrá.

Esperemos tener esa interesante experiencia lo más tarde posible.

Abrazo gordo.

Fede.-