Editorial Alaire

Porque el poeta mira,
observa en las callejas cómo viene
con delantal la vida, cómo el aire
se mueve a dentelladas y el abismo
es una fosa seca donde vuelven las aves
a demostrar que el hombre, el sólo pájaro
que no sabe volar,
cae en el sino amargo de cruzarlo

Y el poeta, descalzo, con esa negritud
de sus pies en la tierra
-como un cauce fatal
por las líneas derechas que no quiere seguir-,
mira cómo las casas le perviven
y ve girar los vientos migratorios
y los nombres de otros que se fueron. Y el poeta,
el único animal con alforjas baldías,
con yunta -como un buey que no conozca dueño-,
con bozal -tal un perro aterido de amor-,
señala con la mano todas esas tristezas,
las deposita, abstractas, en papel,
cruza los jeroglíficos del llanto
y ensarta las creencias
y atraviesa la tarde -con sus ojos cansinos,
con su venas abiertas y la sangre escapándose-,
sabiendo que no es nada,
sino vil testimonio de lo que llaman sueños.

Hermoso poema, amiga Tristana.
Veo que conocías a los compañeros que se fueron, y les cantas y los homenajeas en esas preciosas elegías que sangran lágrimas, calor, amistad, todos los resquicios de la voz de los colegas que esperan su migración.
Ha sido un placer leerte. Felicidades.
Un cordial saludo.

Precioso homenaje a José María. Gracias, no solo por escribirlo, sino, también, por compartirlo.


Aplausos.

Tristana Soler escribió: Y el poeta,
el único animal con alforjas baldías,
con yunta -como un buey que no conozca dueño-,
con bozal -tal un perro aterido de amor-,
señala con la mano todas esas tristezas,
las deposita, abstractas, en papel,
cruza los jeroglíficos del llanto
y ensarta las creencias
y atraviesa la tarde -con sus ojos cansinos,
con su venas abiertas y la sangre escapándose-,
sabiendo que no es nada,
sino vil testimonio de lo que llaman sueños.
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Yo no puedo participar en el homenaje porque no conocía al finado, sino tan sólo dejando constancia de lo mucho que me ha gustado el último tramo de tu poema, de una gran belleza plástica, y donde cualquiera de nosotros se puede sentir identificado, pues hablas de sueños, y todos soñamos cuando escribimos poesía.

Saludos, Tristana.

Gracias, Rafael, os conozco y me conocéis y me siento feliz de seguir leyéndoos y feliz de ver que os funciona el foro entre la luz y la palabra.
Ahora quisiera hacerte una pregunta, cuando copio de mis documentos y pego, me salen esos signos que ves debajo de mi poema en cada verso también y me cuesta un rato ir quitándolos. ¿Hay algún modo de que no me salgan?
Gracias y mi abrazo de siempre, compañero de poesía hace tanto.

Querida amiga Dolors, para que no te salgan esos molestos signos, cuando copies de Word, tienes que quitar el editor visual que aparece a la derecha en la parte superior, cuando publicamos un mensaje. Una vez pegado, lo puedes encender de nuevo.
Decirte que me alegra mucho tenerte entre nosotros. El foro se enriquece con tu presencia.
Nos iremos leyendo.
Un fuerte abrazo.

Dolors Alberola.,

Maestría plena, querida amiga

Un poema digno y de diamente
para nuestro compañero
que se nos adelantó en el camino...

Un abrazo fuerte

Esta mañana, al leer tu poema, recordé el anterior, homenaje a José Luis J. Villena. Hay algo que... no sé, se llama Tristana y no la conozco, pero esta forma de escribir sí la conozco. Y, ya ves tú qué cosas, pensé en ti.

Estoy muy contenta de que estés aquí, Dolors.

Blanca

Dejas claro testimonio del cariño que le profesabas al gran amigo Pinilla. Tus versos son la fidelidad a la palabra, a la belleza que siempre demuestras en cada poema. Este Foro se viste de gala para recibirte. (Punto y aparte):


¿No será aún más placer, ver en este Foro la firma de Jacobo Fabiani? Ya lo comenté con Cecyy.

Un gran abrazo.

José Manuel F. Febles