UNA DE PIRATAS
Publicado: Mié, 15 Abr 2009 20:55
UNA DE PIRATAS
Esta mañana siberiana de abril espero al mediodía para desfruncirme el ceño y poder andar la tarde, y tan pronto se me presta un rayo relajado después del trabajo solar, me almidono el pensamiento para entender lo menos posible, pero llegado el momento no puedo contenerme y me admiro ante la cotidianidad bárbara de un cuadro de Benlliure.
Se me terminó la paciencia de pasos cortos de la jornada y vuelvo a sentir que desentono paseando por la alameda de un lienzo del hijo de la guerra, y no entiendo tu lenguaje de jerga intransigente que se come las eses, y me olvido de tu sonrisa, de tu pálido bigote a mi merced, y de que te quiero querer.
Pasan los autos, y pasa la gente… y tu pasas de largo mientras yo voy cantando una minúscula serenata que sólo escucha un señor que abre los ojos exageradamente, pero no me importa, yo únicamente pienso en no perder el ritmo y en que llueva.
Salto el puente que une Valencia con su luna, te doy la espalda dándote el mundo y me descentro hacia el mar porque no sé convivir y me tienes que aguantar.
No contaré tus razones.
Esta mañana siberiana de abril espero al mediodía para desfruncirme el ceño y poder andar la tarde, y tan pronto se me presta un rayo relajado después del trabajo solar, me almidono el pensamiento para entender lo menos posible, pero llegado el momento no puedo contenerme y me admiro ante la cotidianidad bárbara de un cuadro de Benlliure.
Se me terminó la paciencia de pasos cortos de la jornada y vuelvo a sentir que desentono paseando por la alameda de un lienzo del hijo de la guerra, y no entiendo tu lenguaje de jerga intransigente que se come las eses, y me olvido de tu sonrisa, de tu pálido bigote a mi merced, y de que te quiero querer.
Pasan los autos, y pasa la gente… y tu pasas de largo mientras yo voy cantando una minúscula serenata que sólo escucha un señor que abre los ojos exageradamente, pero no me importa, yo únicamente pienso en no perder el ritmo y en que llueva.
Salto el puente que une Valencia con su luna, te doy la espalda dándote el mundo y me descentro hacia el mar porque no sé convivir y me tienes que aguantar.
No contaré tus razones.