Editorial Alaire

En las delicadas moradas del infierno


Tengo la sangre enceguecida por el dolor,
una muerte mas allá de lo existente.
Voy camino a la destrucción dilatada.
Se ausenta en mi la otra puerta cósmica.
Lacero el universo perenne.
Lluevo mordiendo la soledad de los mundos.
Tengo la sangre enceguecida por el dolor,
Con fantasmas que anochecen mi alma.
Ni el infinito lapidará las ausencias.
¿ Quién manifiesta la recurrencia?,
el suelto monstruo de las lamentaciones.
Quiero que la distancia se agote,
cuando un pétalo rojo se esfume,
en las delicadas moradas del infierno.

JAVIER DICENZO

Wowwwwwwwwww, que gran morada, me agrada ser la que te quite el cero,
senti las llamas del infierno.

Un abrazo y mi felicitación

Noemí: Estoy jugado en la vida, doy todo en mi poesia, no me alcanza nada, he perdido muchas cosas ademas de seres queridos, soy creyente pero la realidad es la realidad, no puedo estar feliz y escribir feliz si no me siento feliz, tengo poder en mis manos y lo utilizo para crear, no hago daño a nadie, creo que todo es posible en la poesia. A quien le puede importar que yo no tenga novia por ejemplo o que escriba un poema, somos insignificantes, por lo tanto creo que en mi poesia siempre que no ofenda a nadie, puedo suicidarme en el poema. Y este poema lo realice con un profundo dolor y por impotencia.
javier

Grandes versos con un exquisito final, un gusto, abrazos

Joan: Si son buenos versos, pero la desdicha de la soledad me carcome.
un abrazo
javier