Editorial Alaire

"los días me parecen improbables
y las noches certeza de castigo."

Me los quedo, también la tercera estrofa, en verdad todo el poema.
Besos.

Sé que lo había leído. Y que me gustó cuando lo leí. Aun me gusta.
Un abrazo.
Pepa

Sincero, emotivo, hermoso poema, mi felicitación, Rafel, y un saludo cordial.

Muy buen poema, Rafael. De los más sentidos que te he leido. Preioso en la añoranza y bien equilibrado en tema y ritmo.
Enhorabuena.

Víctor

Muchas gracias, amigo Abel, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
Un cordial abrazo.

Muchas gracias, querida amiga Alba, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado este poema que escribí con motivo de un cierto alejamiento entre amigos de siempre. Ahora están cerca, afortunadamente.
Un fuerte abrazo.

Muchas gracias, amiga Josefa, te agradezco el comentario y me alegra que aún te guste este poema que tiene varios años. Es bueno comprobar cómo escribíamos.
Un cordial abrazo.

Muchas gracias, amigo Juan, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
Un cordial abrazo.

Muchas gracias, amigo Víctor, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema. Tiene algún tiempo pero me gusta recordarlo de vez en cuando.
Un cordial abrazo.

9 años de Alaire.

Hola Rafel mis enhorabuenas por la entrega que me parece muy bella. Ese lenguaje cotidiano, natural hacen del poema algo más vivo, sencillo y directo. Las figuras retóricas recorren el poema con la naturalidad de un río sus aguas. Y la rima consonante en los versos pares dan ese toque de musicalidad que siempre eleva a la poesía de la prosa. Destaco esta estrofa:

Buscando las razones que alejan lo cercano,
el porqué del abrazo que pierde su sentido,
los días me parecen improbables
y las noches certeza de castigo.

cuyas antítesis (alejar lo cercano, días improbables - noches certeza) entrelazan lo contrario para significar esa dualidad de todo lo que existe en el universo.

Un Abrazo

Muchas gracias, amigo José, te agradezco el comentario a este viejo trabajo que subí en las celebraciones de los 9 años de Alaire.
Un cordial abrazo.

Rafel Calle escribió:
Nunca comprenderás cuánto te añoro,
exiliadas las voces en las ondas del agua y los posos del vino,
hipnótica amistad y mil pedazos de talento.
Las señas del romántico muriéndose de frío.

Buscando las razones que alejan lo cercano,
el porqué del abrazo que pierde su sentido,
los días me parecen improbables
y las noches certeza de castigo.

Por el rigor del tiempo desmotivando al hombre
y la suerte que asoma de un cariz fugitivo,
nos queda en el silencio el tono inexorable de una puerta cerrada.
Tú y yo. Una pulsión latente que vaga en el sigilo.

Queda tan poca cosa de la orilla de Hades,
tal vez el casco, hielo impenetrable, sin resquicios,
océano de hijos invisibles. La menta, el álamo de plata,
son las ruinas, suplicios,
un sendero de rayas en el zenit cautivo de unos dioses de nieve;
la cara es un poema de Bukowski, la boca cigarrillos,
cerveza somnolienta la mirada,
si todo desplomado acaba por rendirse al éxtasis transgresor de los ladrillos.

En fin, diría que volvieras al país de los inciertos.
Se hace tarde.
Y es mejor despedirse abrazando a tus amigos.

Yo no había tenido el inmenso placer de leer este megapoema, Rafel, en sincero, crudo y a la vez, lleno de una tierna necesidad del amigo.
Me ha llamado la atención que hay versos multimétricos y creo, quizá estoy equivocada, que no sueles escribir de esta forma. Yo creo que los poemas confesionales lo requieren y este poema es así y me encanta.
He dejado resaltados y subrayados los versos que más me han gustado, pero son inseparables del resto del poema.
Felicidades por la belleza y por estos 9 años... yo sólo llevo por aquí 6 y pico.
Un fuerte abrazo.

Rayas en la nieve
por Rafel Calle » Vie, 10 Abr 2009 16:28

Nunca comprenderás cuánto te añoro,
exiliadas las voces en las ondas del agua y los posos del vino,
hipnótica amistad y mil pedazos de talento.
Las señas del romántico muriéndose de frío.

Buscando las razones que alejan lo cercano,
el porqué del abrazo que pierde su sentido,
los días me parecen improbables
y las noches certeza de castigo.

Por el rigor del tiempo desmotivando al hombre
y la suerte que asoma de un cariz fugitivo,
nos queda en el silencio el tono inexorable de una puerta cerrada.
Tú y yo. Una pulsión latente que vaga en el sigilo.

Queda tan poca cosa de la orilla de Hades,
tal vez el casco, hielo impenetrable, sin resquicios,
océano de hijos invisibles. La menta, el álamo de plata,
son las ruinas, suplicios,
un sendero de rayas en el zenit cautivo de unos dioses de nieve;
la cara es un poema de Bukowski, la boca cigarrillos,
cerveza somnolienta la mirada,
si todo desplomado acaba por rendirse al éxtasis transgresor de los ladrillos.

En fin, diría que volvieras al país de los inciertos.
Se hace tarde.
Y es mejor despedirse abrazando a tus amigos.



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Me conmueven estas imagenes de hondos sentimientos, Rafel.


"Por el rigor del tiempo desmotivando al hombre
y la suerte que asoma de un cariz fugitivo,
nos queda en el silencio el tono inexorable de una puerta cerrada.
Tú y yo. Una pulsión latente que vaga en el sigilo. "


Esta estrofa, en particualar, me parece esplendorosa. Abrazos, ERA

Muchas gracias, amiga Marisa, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema. Abrazos.