Editorial Alaire

A lo lejos los castillos envejecen, las calles
piden soportales o respiran la nebulosa
de los días sin noviembre.

Ahora el pájaro se arrima y discute con dos anclas
doradas en la frente.

Yo estuve aquí con mi cromosoma azul,
descendí al submarino bordado de espejos.

Me atosiga la piedra, su voz de escamas o sus columpios
de grandes astas de aluminio.

Cuando vuelva seré el orangután que lee a Nietzsche,
el soldado perdedor de los opúsculos.

Me sirve tu estatura de clochard, tus aires de rojo pretérito,
los lingotes sobre las seis menos cuarto del dolor.

Yo te dije una vez:
el animal invertebrado no conoce palmeras
ni orificios ni cónclaves, el verso yace en ti
como el odio o la nada.

¿Por qué nunca soñamos con islas en los dedos
pegadas a las uñas del discurrir?

A mi me sobra la cal de los veranos, ese ritmo
que desdobla el corazón y lo duerme.

Tú puedes darle al tiempo lo que no ha bebido:
tu sudor de águila, tus inútiles azulejos de alba.

Yo te dije una vez:
el animal invertebrado no conoce palmeras
ni orificios ni cónclaves, el verso yace en ti
como el odio o la nada.

Me quedo clavado a estos versos, Ramón, que tienen toda la profundidad posible y despiden ese talento que tienes entre manos.

Terriblemente inspirador.

Un abrazo.

Luis Oroz.

Yo sí sueño con Islas, Ramón... y estoy segura de que tú también... Te leo y te leo y me alegra tantísimo haber sabido siempre que tu poesía era única...

Un besote. Buenas vacaciones.

Carmen

Ramón Carballal,
Ese orangután que lee a Nietzsche, tan simpático él, no sé por qué me trajo a la memoria el relato de Edgar Allan Poe 'Los asesinatos de la rue Morgue'. Es un poema entreverado de imágenes tan extravagantes como fascinantes.

Saludos, Ramón.

Ramón! Me he quedado atrapada en este quehacer mágico que no se bien porqué me involucra y me moldea.

Gracias por conmoverme tantísimo!

Besos.

Hallie

Yo te dije una vez:
el animal invertebrado no conoce palmeras
ni orificios ni cónclaves, el verso yace en ti
como el odio o la nada.

A mí me gusta esa estrofa. Es como un fotograma fijo entre otros en continuo movimiento que fascinan. Pero en ése se puede contemplar la realidad: Ya te lo dije una vez, y permites que el lector regrese, y descanse.


Aplausos, Ramón.


Blanca

Realmente estos versos son dignos de elogio. Un abrazo, Eduardo

Yo te dije una vez:
el animal invertebrado no conoce palmeras
ni orificios ni cónclaves, el verso yace en ti
como el odio o la nada.

A mi entender, buén poema. Felicidades
Un abrazo
Pilar

Luis Oroz escribió:

Yo te dije una vez:
el animal invertebrado no conoce palmeras
ni orificios ni cónclaves, el verso yace en ti
como el odio o la nada.

Me quedo clavado a estos versos, Ramón, que tienen toda la profundidad posible y despiden ese talento que tienes entre manos.

Terriblemente inspirador.

Un abrazo.

Luis Oroz.

Gracias, Luis, por tu amable comentario. Un fuerte abrazo.

carmen iglesia escribió:Yo sí sueño con Islas, Ramón... y estoy segura de que tú también... Te leo y te leo y me alegra tantísimo haber sabido siempre que tu poesía era única...

Un besote. Buenas vacaciones.

Carmen

Claro que sueño con Islas, y con ciudades, igual que tú. Gracias, Carmen, por tus palabras. Un beso.

Óscar Bartolomé Poy escribió:Ramón Carballal,
Ese orangután que lee a Nietzsche, tan simpático él, no sé por qué me trajo a la memoria el relato de Edgar Allan Poe 'Los asesinatos de la rue Morgue'. Es un poema entreverado de imágenes tan extravagantes como fascinantes.

Saludos, Ramón.

Me parece fantástico que este poema te haya sugerido esa imagen, Óscar. Gracias por la lectura y el comentario. Un saludo cordial.

Aprender de ti es todo un lujo, Ramón. El uso que haces de las imágenes y la fuerza que les otorgas siempre consiguen que me quede muy quieta, oliéndolo todo.

Un beso
Marian

Hallie Hernández Alfaro escribió:Ramón! Me he quedado atrapada en este quehacer mágico que no se bien porqué me involucra y me moldea.

Gracias por conmoverme tantísimo!

Besos.

Hallie

Gracias a ti, Hallie, por estar en mis letras y dejarme esas palabras. Un beso.

Confieso no entender cabalmente el alcance de todas las metáforas que componen este poema. Requiere, en mi caso, de varias lecturas algo más sosegadas que esta primera; pero te puedo decir que se intuye con gran fuerza el sentimiento que destilan tus versos, en una lectura fluida a través de un discurso coherente que te conduce por los diferentes recovecos del alma. Estupendo trabajo, Ramón.
Salud.

Excelente poema, querido amigo Ramón. Me ha encantado.
En mi opinión, a cada poema tu voz es más asimilable, tiene más equilibrio. Ahora ya se pueden desentrañar las metáforas, no todas las imágenes, ni falta que hace, pero sí que el lector puede regalarse un poco del pensamiento del poeta, es decir, se completa el ciclo de transmisión lector-autor. Y desde luego que la forma de ver las cosas del autor de poema que nos ocupa, no es ni mucho menos convencional.
Ha sido un placer leerte. Felicidades por el poema.
Un fuerte abrazo.