Vicente Fernández-Cortés escribió:
Y ya puestos a pensar en disparates
imagino la sandez estrafalaria
de suponer la vida un sueño.
Que a horcajadas voláramos alondras
y en los timbales del humano estrépito
se desnudara el tiempo.
Pongamos por caso, que la vida
no fuera más que eso
una entelequia vana
un placebo de cotidiana alquimia
que anestesiara el paso terco
hacia otro sueño ignoto y clandestino.
Y así, sueño tras sueño,
la vida pudiera ser palpada
allá, donde el deliro habita,
enredado en la insondable peripecia de tu cuerpo.
A la mujer que quiero
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La vida empieza con nuestros padres, si no nos abortan. Sigue porque no hay otra cosa que hacer, si no te suicidas. Lo que pase o no pase es toda nuestra responsabilidad (NIetzsche). Las fuerzas externas e internas son todo lo que nos produce. No hay suenos, sino caprichos. No hay verdad sino manipulaciones. Eso seria la vida y la aspiración a ella a no ser por los sueños de los niños inocentes, llenos de todo lo ignoto de algo más grande que todos nosotros. Un poema para meditar y para dar tres golpes en la cabeza y en el pecho. Me alegra que Alaire le de su auge merecido en este tiempo de tantos disparates. Felicidades Vicente Fernandez Cortes. ERA