Editorial Alaire

Me construyo
corazón y venas
y piel caliente.
Están dentro
las voces del gran río
gritando sucesos,
la estructura del mañana
y un tren de parabienes.
Este viento erótico
ya brama jornalero.
Ámame porque
merezco la pena.
Hoy creo en mí.

El poema lo grita a voces, Val, y nosotros siempre hemos creído en ti.

Mil besos
MArian

Sí, es bueno darse palmaditas en la espalda a uno mismo de cuando en cuando, claro, hay que creer Valentín y con esa seguridad seguro que lo hará.

un placer.

me ha gustado mucho este poema, me ha hecho cierta gracia el fianl (me he reído un pco), porque es todo lo contrario a lo que acostumbro a leer. A mi parecer un gran poema en todos los aspectos.
Mis felcitaciones y un fuerte abrazo
joan

Mi querida Marian, siempre ofreciendo corazón y palabra, gracias una vez más.

Un beso.

Pues me ha encantado, Valentín. Un final realmente estupendo.

Aplausos, guajín. Muchos.

Blanca

Tienes motivos para creer en ti, al menos como poeta. Excelente trabajo. Un saludo.

Un trabajo espléndido, Valentín!

Mis aplausos y felicitaciones.

Hallie

Sara, a veces tengo la impresión de que ni siquiera yo creo en mí, pero otras me vengo arriba: creo que nos pasa a todos.
Gracias por tus palabras.
Un beso.

Joan, un fuerte abrazo para ti también y mi agradecimiento por tus palabras de apoto al poema.

Cuanto me ha gustado. Aplausos
Un abrazo
Pilar

Cierto, Valentín, hay que autoanimarse de vez en cuando.
Me gustó el poema. Un abrazo.
Mario.

Cuando uno es arquitecto de sus propios órganos, aparejador del día a día y albañil de sueños, es difícil no creer en uno mismo, aunque sólo sea en un poema.
Saludos desde esta Valencia rarificada de abril.
Amparo

Me encanta Val, esa delicadeza que va abriendo lo surcos del deseo y la esperanza de ser, que está por momentos al alcance de la mano...es genial leerte en el positivismo del que se cree capaz de todo y no tiene verguenza de pedir que le amen, que le amen por ser tal y como es.

Un abrazo grande

Sara

Gracias, Blanca, por tu compañía tan gratificante.

Un beso.