Editorial Alaire

Me acongoja no sentir excitación cuando perforo hormigón con una helicoidal


Estudios científicos tras realizar diversas exploraciones cerebrales, concluyen que los escáneres activaban la misma área del cerebro de un hombre tanto mirando a mujeres atractivas como contemplando herramientas eléctricas. Sustancialmente decían que la respuesta cerebral de los sujetos estudiados fue la misma mientras veían imágenes de hermosas féminas que observando novedosos pertrechos automáticos.

Me acongoja no ser como los demás hombres y no sentir excitación cuando perforo hormigón con una helicoidal; en cambio me tranquiliza observar que efectivamente, experimento una enorme excitación cuando mi pareja medio desnuda con taladro en mano sube unas escaleras para agujerear el techo del dormitorio.
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¡Cosa de agujeros, Alonso! El tratamiento de la noticia y sus implicaciones me ha gustado, contado con esa ironía andaluza de la tierra almeriense que tanto admiro, muy al estilo de Séneca, muy atinado. No aportaré nada al estudio realizado revelando mis estremecimientos eróticos; sólo puedo apuntar que soy un verdadero desastre con la mecánica en general, y me temo que con los taladros, en particular.
Salud.

je, con la mecánico me llevo tan bien como con las damas, o sea a tropezones

gracias por entrar


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