J.M.Pinilla 1951-2009
Publicado: Dom, 29 Mar 2009 13:09
“No sé si llevarme
alguna agenda, un calendario,
esas fechas que siempre almacenamos...”
José María Pinilla
Cierra el dolor bajo tus párpados, ahora que comprendes lo incorpóreo. Dime, de qué lugar zarpa la luz; qué rostro se recrea en nuestro rostro y lanza lo fugaz de la esperanza. Ásete de la edad, holla su andamio frío. Haz que tu corazón renazca en nuestro corazón y escriba el crucifijo de este viaje: no se puede morir. Hay una sucesión de voces que palpan tu silencio, espinas de un color en llanto. Hay en la arboladura residuos del poema y ante el latido de la noche pesa tu corazón. Dime el engendramiento de las horas, su umbral, su tónica celeste, el ruido luminoso que cruza en primavera. Tú que heredaste el signo y el silencio, dime qué cosas son indiscutibles, de qué palabras cuelga nuestra muerte, de qué herida el fulgor se hace poema.
Ven a escribir tu nombre en la jaula del mar o en la quietud terrestre del vacío.
alguna agenda, un calendario,
esas fechas que siempre almacenamos...”
José María Pinilla
Cierra el dolor bajo tus párpados, ahora que comprendes lo incorpóreo. Dime, de qué lugar zarpa la luz; qué rostro se recrea en nuestro rostro y lanza lo fugaz de la esperanza. Ásete de la edad, holla su andamio frío. Haz que tu corazón renazca en nuestro corazón y escriba el crucifijo de este viaje: no se puede morir. Hay una sucesión de voces que palpan tu silencio, espinas de un color en llanto. Hay en la arboladura residuos del poema y ante el latido de la noche pesa tu corazón. Dime el engendramiento de las horas, su umbral, su tónica celeste, el ruido luminoso que cruza en primavera. Tú que heredaste el signo y el silencio, dime qué cosas son indiscutibles, de qué palabras cuelga nuestra muerte, de qué herida el fulgor se hace poema.
Ven a escribir tu nombre en la jaula del mar o en la quietud terrestre del vacío.