Me gusta tu sencillez
Publicado: Vie, 18 Ene 2008 22:43
Me gusta tu sencillez
en tanto pueda comprenderla.
Y digo esto con la convicción
de que unas tantas veces,
sos cruelmente compleja.
Yo sé que mi diccionario
está repleto de tus códigos.
Que no tengo excusas
para no encontrar en él
tus términos rebuscados.
Pero tenés que saber,
que a pesar de conocerte
como vos asegurás que te conozco,
que a pesar de las mil formas
en que se despliegan tus fundamentos,
hay una especie de milagro,
que ronda nuestra biblioteca
de entenderes y malhumores.
Es un fantasma
con forma de confesionario,
donde van los pensamientos
más profundos que pensamos.
Donde acuden por perdón
los sentimientos
que no nos expresamos.
Y aunque ni vos ni yo sepamos
cuando el uno, o el otro,
necesita de su ayuda
para lavar las culpas,
es innegable que vamos,
asiduamente,
con la intención más oscura,
que hacemos parecer necesaria.
Y ya creo que es tiempo,
o es hora, o es quizá necesario
y pertinente,
a los efectos de esa sencillez
que comprendemos,
que no sigamos creyendo
en lo que nunca contamos.
Porque yo te digo te amo
y eso no es nada nuevo,
y vos me decís yo también
y eso me reconforta,
y además me consta,
pero esto lo decimos
sin acudir a ningún lado,
y sin sotanas de por medio.
Yo te hablo de sencillez
y de verdad, y de luz,
y de este compendio de silencios,
que sabemos ya de sobra,
de leerlos en el aire,
de olerlos en nuestras espaldas,
de amarlos como imprescindibles,
nos ayudan a desconfiarnos.
Porque me sobra tu mundo
y te rebalsa mi presencia.
Porque somos un imposible
que se volvió algo cotidiano.
Porque sé que no olvidamos
quienes somos y de dónde venimos.
Porque a pesar de tu sencillez,
y de mi búsqueda desesperada
por acapararte a cada paso,
no sería ningún milagro
regalarnos para siempre,
ni buscar significados
para lo que es fácil de traducir
teniendo en cuenta
lo que el otro necesita,
lo que el otro siente.
en tanto pueda comprenderla.
Y digo esto con la convicción
de que unas tantas veces,
sos cruelmente compleja.
Yo sé que mi diccionario
está repleto de tus códigos.
Que no tengo excusas
para no encontrar en él
tus términos rebuscados.
Pero tenés que saber,
que a pesar de conocerte
como vos asegurás que te conozco,
que a pesar de las mil formas
en que se despliegan tus fundamentos,
hay una especie de milagro,
que ronda nuestra biblioteca
de entenderes y malhumores.
Es un fantasma
con forma de confesionario,
donde van los pensamientos
más profundos que pensamos.
Donde acuden por perdón
los sentimientos
que no nos expresamos.
Y aunque ni vos ni yo sepamos
cuando el uno, o el otro,
necesita de su ayuda
para lavar las culpas,
es innegable que vamos,
asiduamente,
con la intención más oscura,
que hacemos parecer necesaria.
Y ya creo que es tiempo,
o es hora, o es quizá necesario
y pertinente,
a los efectos de esa sencillez
que comprendemos,
que no sigamos creyendo
en lo que nunca contamos.
Porque yo te digo te amo
y eso no es nada nuevo,
y vos me decís yo también
y eso me reconforta,
y además me consta,
pero esto lo decimos
sin acudir a ningún lado,
y sin sotanas de por medio.
Yo te hablo de sencillez
y de verdad, y de luz,
y de este compendio de silencios,
que sabemos ya de sobra,
de leerlos en el aire,
de olerlos en nuestras espaldas,
de amarlos como imprescindibles,
nos ayudan a desconfiarnos.
Porque me sobra tu mundo
y te rebalsa mi presencia.
Porque somos un imposible
que se volvió algo cotidiano.
Porque sé que no olvidamos
quienes somos y de dónde venimos.
Porque a pesar de tu sencillez,
y de mi búsqueda desesperada
por acapararte a cada paso,
no sería ningún milagro
regalarnos para siempre,
ni buscar significados
para lo que es fácil de traducir
teniendo en cuenta
lo que el otro necesita,
lo que el otro siente.