Editorial Alaire

Después de leer tus versos se me queda un sabor de intemporalidad entre estoica y esperanzadora.
Qué estupendo fue el traspasar tu poema esta tarde ventosa del Mediterráneo.
Saludos.
Amparo

P.D: volveré a leerlos.

Eso que llaman vida pasa, traspasa, estira sus enormes brazos hasta susurrar cuando se cansa. Es inevitable no desandar por las calles sin nombre, por el corazón en esquirlas. Qué hacer cuando los respiros se hacen cada vez menos, y la apatía danza sin cesar.

Oh qué pendeja es la filosofía que permite sentirse atraída por las secuelas. No sé por qué razón me he de quejar tanto (ceño fruncido)... La verdad es que se sale del libreto sobreactuar a los 21 hahaha. Queda mucho, o quizá poco, pero la sangre se pone helada y la piel pálida.

Gracias, muchas Amparo por llegar hasta aquí, pensé que debido al tiempo que tengo sin frecuentar esta casa no tendría un/a lector/a. Pero me he equivocado (ojos en blanco)

¡Salud por hoy y siempre!

Cuando alguien tiene algo que contar, y a mi me vale la pena leerlo, no me duele en absoluto dejar mis humildes impresiones (sea quien sea, y en la circunstancia que sea)
Saludos.