Editorial Alaire

No sé decirte bien. Es otra cosa.
Y tú te habrás de dar cuenta enseguida.
Son detalles que adviertes de inmediato.
La primavera solo te produce
ese feble sudor que te molesta
y los pájaros son, esencialmente,
amasijos de sangre envuelta en plumas.
Miras la lluvia y no respiras hondo;
es como si mirases desde fuera,
como si las auroras fuesen falsas,
como si los demás se hubieran vuelto
locos, torpes, absurdos y ridículos.
Solo al amor levantas la cabeza,
pero el amor te trae recuerdos rancios.
No sé decirte bien. Es otra cosa,
pero tú lo percibes claramente.
Sobre todo si piensas en morir
y notas que te aflora una sonrisa.

destaco esta estrofa:

"Miras la lluvia y no respiras hondo;
es como si mirases desde fuera,
como si las auroras fuesen falsas,
como si los demás se hubieran vuelto
locos, torpes, absurdos y ridículos."

instrospección hacia fuera, sientiendo el vacío propio como vacío de los demás; eso sí, el final realmente esplendido, y gran verdad: solo al amor merece la pena levantar la cabeza

esplendidos endecas Jerónimo

un fuerte abrazo compañero

.

Jerónimo Muñoz escribió:No sé decirte bien. Es otra cosa.
Y tú te habrás de dar cuenta enseguida.
Son detalles que adviertes de inmediato.
La primavera solo te produce
ese feble sudor que te molesta
y los pájaros son, esencialmente,
amasijos de sangre envuelta en plumas.
Miras la lluvia y no respiras hondo;
es como si mirases desde fuera,
como si las auroras fuesen falsas,
como si los demás se hubieran vuelto
locos, torpes, absurdos y ridículos.
Solo al amor levantas la cabeza,
pero el amor te trae recuerdos rancios.
No sé decirte bien. Es otra cosa,
pero tú lo percibes claramente.
Sobre todo si piensas en morir
y notas que te aflora una sonrisa.

Jerónimo no me queda más que felicitarte por la excelencia de este trabajo. Son versos, que además de todo el cuidado de la estructura, métrica y demás (de lo cual no entiendo mucho), tiene una gran fuerza lírica, que para mí resulta fundamental a la hora de paladear una buena poesía. Los versos que marqué fueron los que más me impactaron, incluido el final, genial sin dudas.
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Saludos.

Es fascinante el sonido de los endecasilabos sin rima, creo que es el sonido por excelencia.
El de los tuyos, es excelente. También me gusta mucho la dificultad que me ha parecido encontrar en el segundo verso: requiere toda tu atención, como para hacerte tomar conciencia de lo que vas a leer a continuación. Unos versos magníficos.

Aplausos, Jerónimo. Muchos.


Blanca

Alonso de Molina:
Lo dices muy bien: introspección hacia fuera, una especie de vómito de contemplaciones íntimas. Gracias por estar ahí, amigo.

Fermín Lasarte:
También yo creo que esa fuerza lírica, que generosamente me atribuyes, es fundamental en poesía. Gracias por tu amabilidad y comprensión.

Blanca Sandino:
Gracias por todo, Blanca: por tus aplausos, por tu atenta lectura, por amar la poesía y entenderla, por compartir los frutos de tu talento.

Un abrazo a todos.

Jerónimo, te veo algo decaído, que no se diga que la primavera a tí precisamente la sangre no te altera !!!! ea!!


un fuerte abrazo poético compañero

.

La primavera solo te produce
ese feble sudor que te molesta
y los pájaros son, esencialmente,
amasijos de sangre envuelta en plumas.

Durísimo poema!

Uno de aquellos donde la belleza de la palabra contrasta con sus significados.
Sabes que siento afinidad por tu poesía, tal vez porque tus poemas me dejan pensando en mí, y es esa una extrapolación, muchas veces, esencial para el lector.
La no pretrensión de ello, es lo que ofrece el camino, la ruta de ida y vuelta de las letras a la vida.
Poemazo, amigo.

Abrazos.

Luis Oroz.

Un poema de abandono, Jerónimo, de bandonarse a ese letargo que nos hace caminar despacio, mirar despacio y hasta vivir despacio. Me gusta el tono coloquial que no deja de ser lírico, que explica desde la sencillez un estado que en primavera se agranda, se percibe en cada cosa o en cada gesto.
Es muy hermosa la forma de hablar de un yo que se va difuminando...pero que no me entere yo...

Un abrazo grande

Sara

Jerónimo Muñoz escribió:No sé decirte bien. Es otra cosa.
Y tú te habrás de dar cuenta enseguida.
Son detalles que adviertes de inmediato.
La primavera solo te produce
ese feble sudor que te molesta
y los pájaros son, esencialmente,
amasijos de sangre envuelta en plumas.
Miras la lluvia y no respiras hondo;
es como si mirases desde fuera,
como si las auroras fuesen falsas,
como si los demás se hubieran vuelto
locos, torpes, absurdos y ridículos.
Solo al amor levantas la cabeza,
pero el amor te trae recuerdos rancios.
No sé decirte bien. Es otra cosa,
pero tú lo percibes claramente.
Sobre todo si piensas en morir
y notas que te aflora una sonrisa.

Todo el poema es de lujo, jerónimo, pero ese final se me ha clavado en las costillas como un faro, como mi tabla de superviviente...

Un abrazo
marian