Editorial Alaire

Mía escribió:Aún cuando la realidad me aleja percibo toques,
como pinceladas en las esquinas de los atardeceres;
el de hoy de paño rojo,
pareciera que el sol se hubiera comido un campo de amapolas
y la nube enamorada torna forma de toro para lidiar su capote.

Aún cuando la realidad de un sueño, pernocta,
te adivino solo, como un tronco en su diversidad, sin bosque.

Y es entonces cuando busco la fiel orilla,
aquella en la que una vez temblara sin lucha,
expuesta, clara, como una luna nacarada
que se empapa del reflejo de la esencia sin bucles,
sin dudar, viva de ganas.

Aún cuando la realidad me aleja,
sería capaz de vender mi alma por un instante
si tan sólo pudiera recorrer en silencio la quietud de la mirada.

Alonso de Molina escribió:tiene versos conseguidos:

"te adivino solo, como un tronco en su diversidad, sin bosque",

y ademas en esta ocasión veo unas letras recatadas,
pero sí entregada al compromiso hasta el punto de ponerse el cartelito
"Se vende el alma con todo lo demás dentro"


un abrazo amiga, aplaudo tu inspiración y tu empeño en escribir, eres
incombustible
.

Óscar Bartolomé Poy escribió:

Mía escribió:Aún cuando la realidad me aleja percibo toques,
como pinceladas en las esquinas de los atardeceres;
el de hoy de paño rojo,
pareciera que el sol se hubiera comido un campo de amapolas
y la nube enamorada torna forma de toro para lidiar su capote.

Aún cuando la realidad de un sueño, pernocta,
te adivino solo, como un tronco en su diversidad, sin bosque.

Y es entonces cuando busco la fiel orilla,
aquella en la que una vez temblara sin lucha,
expuesta, clara, como una luna nacarada
que se empapa del reflejo de la esencia sin bucles,
sin dudar, viva de ganas.

Aún cuando la realidad me aleja,
sería capaz de vender mi alma por un instante
si tan sólo pudiera recorrer en silencio la quietud de la mirada.

Cuánto te gustan las "lunas nacaradas". Sonrío. Me ha sorprendido este poema que no te conocía y que supongo tendrá algún tiempo. Es muy evocador, como esa nube que adopta la forma de un toro (por cierto, excelente imagen). Me ha conmovido por su belleza y sensibilidad el verso: "como pinceladas en las esquinas de los atardeceres". La segunda estrofa también cala hondo, y el cierre, en especial el último verso, con ese recorrido por la mirada, también llega al lector.

Yo espero que la realidad te acerque cada vez más a tus sueños, y si pasan por mí, tanto mejor (de lo contrario, me disgustaría; sonrío).

Todos mis besos para ti, Sara Mía. Te quiero.

Blanca Sandino escribió:"Aun cuando la realidad de un sueño, pernocta,
te adivino solo, como un tronco en su diversidad, sin bosque."

Destaco esos versos que me han gustado mucho. Muy afortunado el 'solo, como un tronco en su diversidad (...)'

He disfrutado leyéndolo. Gracias por compartirlo.

Blanca

Mario Martínez escribió:Hola Mía

un poema repleto de excelentes y bellas imágenes

pareciera que el sol se hubiera comido un campo de amapolas
y la nube enamorada torna forma de toro para lidiar su capote.

Me gustó, amiga mía. Un abrazo.
Mario.

Mía escribió:Aún cuando la realidad me aleja percibo toques,
como pinceladas en las esquinas de los atardeceres;
el de hoy de paño rojo,
pareciera que el sol se hubiera comido un campo de amapolas
y la nube enamorada torna forma de toro para lidiar su capote.

Aún cuando la realidad de un sueño, pernocta,
te adivino solo, como un tronco en su diversidad, sin bosque.

Y es entonces cuando busco la fiel orilla,
aquella en la que una vez temblara sin lucha,
expuesta, clara, como una luna nacarada
que se empapa del reflejo de la esencia sin bucles,
sin dudar, viva de ganas.

Aún cuando la realidad me aleja,
sería capaz de vender mi alma por un instante
si tan sólo pudiera recorrer en silencio la quietud de la mirada.

Aubriel Camila de la Prad escribió:

Mía escribió:Aún cuando la realidad me aleja percibo toques,
como pinceladas en las esquinas de los atardeceres;
el de hoy de paño rojo,
pareciera que el sol se hubiera comido un campo de amapolas
y la nube enamorada torna forma de toro para lidiar su capote.

Aún cuando la realidad de un sueño, pernocta,
te adivino solo, como un tronco en su diversidad, sin bosque.

Y es entonces cuando busco la fiel orilla,
aquella en la que una vez temblara sin lucha,
expuesta, clara, como una luna nacarada
que se empapa del reflejo de la esencia sin bucles,
sin dudar, viva de ganas.

Aún cuando la realidad me aleja,
sería capaz de vender mi alma por un instante
si tan sólo pudiera recorrer en silencio la quietud de la mirada.

¡Qué belleza, Sara querida! Y creo que me quedo corta.
Es un poema vibrante, plagado de imágenes (una más linda que la otra), es ... un poema para aplaudir.

Besos. Muchos muchos.