Editorial Alaire

A José María Pinilla

¿Escuchas, José María, cómo se dobla el mar entre los dedos?

Podría ser mañana
esa estación en la que insistes con voz y sin latido,
el soplo de la orilla que me devuelve el verso, el intocable,
la mínima esperanza en los relojes.

Puedo escuchar ahora ese horizonte leve que se inquieta
y de un tajo divide los silencios:
uno para tu cuerpo,
que llorará la sangre hasta quedarse seca
y otro para el mar,
donde la forma helada de la tarde construye el abandono.

Porque estabas equivocado, sí, nunca han sido bellas las gaviotas
ni la felicidad es una línea plana al nivel de la arena,
porque tuviste que morirte ahora, este mes sin garganta
tan mudo y tan humano.

Yo sé que el olvido es un mal que no contiene el tiempo,
que se precipitaron
cordones de vacíos en tu boca
pero a veces, uno espera el llamado de los puertos
porque ellos conocen todas las despedidas
y saben reclamar la vuelta del frágil navegante.

En un lugar de la Habana hay una mujer que llora
con las manos manchadas de tabaco,
ella no sabe la razón de que le crezcan lágrimas en marzo,

pero tú y yo, José María,
lo sabemos.

Emoción a raudales, querida amiga Sara, es lo que se desprende de tus sentidos versos. Nuestro amigo, estará contentísimo como lo estaría cualquiera de nosotros con tantas muestras de afecto, como esta tuya que cala hasta lo hondo.
Un fuerte abrazo.

Coincido con Rafel, la emoción dirige el diálogo de tu poema Sara, y la función del poeta entrega una muy humana y sentida despedida.

Un abrazo.

Toda tu sensibilidad y tu voz poética al servicio del sentimiento; peligrosa combinación sin duda, que tú sabes conjurar con elegancia. Como debe ser.

Yo sé que el olvido es un mal que no contiene el tiempo,
que se precipitaron
cordones de vacíos en tu boca
pero a veces, uno espera el llamado de los puertos
porque ellos conocen todas las despedidas
y saben reclamar la vuelta del frágil navegante.

Todo el poema es un acierto, pero esa estrofa me ha gustado especialmente.

Aplausos. Muchos.


Blanca

Yo le debo a José María la publicación de un libro que ha significado para mí muchas cosas y posibilidades. Tu poema otorga esa paz ante la desesperanza, ese lugar para acudir frente al dolor, y aunque todas las elegías duelen, tu poema consuela en el exilio eterno de nuestro amigo común. Quizás el doloroso precedente de su partida nos muestre cómo, así como él, podemos hacernos un nombre ante nuestros compañeros, conseguir el aprecio y la valía más allá de lo físico y del encuentro, con el recurso vital de la palabra. Es un excelente poema, rico en recursos y con esa muestra de lenguaje que ya está siendo cada vez más sólida en tu poesía.

Un besito aun en el dolor del poema, te amo, B.

emocionante y bello incluso en su dolor

estará Pinilla enviándote un abrazo desde quien sabe donde


un beso Sara

.

Permíteme, Sara, que enlace mi tristeza a la solemnidad de tus versos.

Es esa mezcla de instinto, implicación, lirismo y sapiencia, la que contruye poemas como este, que llegan con la emoción intacta, desprendida.

Sería bonito poder creer en un después. Y que un poema fuera el último diálogo.
Un abrazo.

Luis Oroz.

Sara


Magníficos y muy sentidos versos

Estrellas y cariño
para ti, linda amiga


Un beso fuerte

Aquí dejé este pequeño homenaje al que fue un buen hombre, un buen poeta y un buen amigo para sus amigos. José María ha dejado mucho aquí, nosotros tan sólo tratamos de devolverle algo, esté donde esté ahora, aunque de lo que sí estoy segura es de que ese lugar será poesía, sin duda.

Gracias Rafael, Eduardo, Blanca, Benjamín, Alonso, Luis y Ricardo, por uniros a este pedacito de memoria.

Un abrazo

Sara

Es sencillamente genial tu poesía. Sabes que procuro no hablar sólo de la forma o sólo de la “materia” (que diría Amado Alonso”) sino de la conjunción de ambas, de esa combinación de pensamiento y forma de expresarlo que da lugar al poema. Cada uno lo realiza de un modo, pero creo que este tuyo, tan personal, alcanza unos valores poéticos singulares y singularmente elevados.
Todos pretendemos ascender, explorar, pero tú, si continúas creciendo, te saldrás pronto
de tu entorno para rodearte de la pureza de las nubes.
Un abrazo.

Me auno a tus versos poeta y en ellos conozco un poco más de alguien que respeto y admiro por sus letras y ese afán de apoyar a sus demás compañeros, difundir la poesía.
Donde esté es de seguro que te las agradece.
Bendiciones

Maricruz

El eligió la libertad, Sara, y tú algo de consuelo para los que nos quedamos en la orilla.

Un beso.

Hermoso, Sara, muy hermoso y nada triste. Me gustó, seguro que a él también. Un abrazo.
Mario.

Este es uno de esos poemas escrito con sentimiento, sentimientos provocados por situaciones que una desearía que nuna hubieran sucedido. Comienzas con un verso precioso donde se condensa todo el dolor

porque tuviste que morirte ahora, este mes sin garganta
tan mudo y tan humano.


ella no sabe la razón de que le crezcan lágrimas en marzo,

Yo que sé porque me crecen lágrimas en marzo, también sé que cualquier mes se queda sin garganta, cualquier mes es malo para que se vayan los seres que amamos. Pero parece que en estos meses que afloran todos los colores y aromas son meses en que nadie se debería morir.
Es un homenaje precioso en el que le hablas directamente a Jose María, y seguro que te ha escuhado.

Un beso que te llegue al corazón

Ana

Sara, sabes una cosa, que seguro que José María estaría contentísimo que cualquier acto de su autoría, incluso el de esta muerte suya, inspiraría la maravilla de poemas a su memoria y homenaje, que circulan en los más importantes foros de la red;este que aquí nos ocupa es un claro ejemplo.

Como dijo Benjamín en un comentario a "Dos puros habanos y más de un libro de poemas"

aun en el dolor hay mucha poesía, y eso calma o sostiene.



Bicos