Editorial Alaire

Soy el cuervo sobre las cuerdas eléctricas.

Mi familia es un tren lento y pesado
abriéndose paso entre la nieve
Se van… se van
Seis vagones hambrientos, gimiendo mi nombre se van

Y yo me voy quedando
entre el humo espeso de sus voces
Y yo qué punto negro soy
Y yo qué cosa negra, en el albor de este paisaje soy

Soy el cuervo sobre las cuerdas eléctricas.
Y que soledad tan grande!!!

Just ... tu poema transmite tanto! Se palpa la soledad, se siente en el corazón.
La imagen del cuervo sobre las cuerdas eléctricas es espectacular. Sabés? Tengo la sensación de que no leí este poema, lo viví.

Besos y felicitaciones.

<AAubriel Camila de la Prad



Muchas gracias por inaugurar este poema, y por ir más allá de las palabras que en él habitan.



Abrazos en la distancia

Muy acertada esa comparación: el dolor de la despedida, puede ser tanto y tan duro que nos transforme en cuervo, que no solemos reconocer como un bello animal.

Me ha gustado mucho este lienzo en el que has volcado un poquitillo de tu desolación.

Pronto, amigo mío, te sentiras mejor en tu nuevo lugar de trabajo, y te enraizarás (no sé si existe esa palabra, pero supongo que sabes qué quiero decir). Un poquillo de esfuerzo por tu parte, eso sí.

Ánimo


Blanca

Hola Just
Las cosas que quedaron atrás y que queremos suelen ser las que más duelen de ausencia. Me gustó el poema. Un abrazo.
Mario.

Lo rescato porque merece más lecturas... Tienes ese don que no se aprende...

Un abrazote,

Carmen

Just Gafar,

Genial, querido amigo

Un abrazo fuerte

Just Gafar,
Impactan esos dos últimos versos, la imagen del cuervo sobre las cuerdas eléctricas (visualizo un poste de telégrafo) que agiganta la soledad. Me gustan tus poemas breves, que no necesitan de muchos aderezos.

Saludos, Just.

Comprendo el color y sabor de la despedida, que tú has plastificado en la soledad de un cuervo
Felicidades
Un abrazo
Pilar