Editorial Alaire

Retirado por el autor
Gracias por vuestros comentarios

La verdad es que no suelo pasar por este foro, entre otras cosas porque los textos suelen ser un poco extensos, cuando empecé a leer este no me dí cuenta de que era tan largo que si no... pero me alegro de haberme parado a leerlo, me has hecho reir un buen rato. Es como una película pasando por delante de los ojos.
Entre ironías dices grandes verdades, aunque no se puede generalizar, por ejemplo en lo de que el poeta es un fingidor creo que hay de todo como en la viña del Señor, unos que sí unos que no; pero por lo general, y no puedo pararme ahora, creo que dices cosas muy acertadas.
Un placer leerte.

Un beso que te llegue al corazón

Ana

- ¡ Oiga! - dijo, con una vocecita aniñada y aguda como un alfiler- ¿ Cuando viene la merienda?
En respuesta a su pregunta, se produjo unrevuelo considerable en la sala: los durmientes despertabanprácticamente al unísono. Un runrún en oleaje recorrió el patio debutacas de delante atrás y de izquierda a derecha hasta lamer lasmaderas de la tribuna, sobre la que Doscregos parpadeaba desconcertado.
- ¡ Eso! … ¡ La merienda! - secundó alguienentre dos estertores que debieron arrancar bastante mucosidad de suspulmones anónimos.

Es un relato estupendo, Manuel. Me he divertido mucho, aunque entre risa y risa, aplaudes al autor por saber decir tantas verdades, y de tal forma.

Gracias por el buen rato.

Blanca

Ana Villalobos Carballo escribió:La verdad es que no suelo pasar por este foro, entre otras cosas porque los textos suelen ser un poco extensos, cuando empecé a leer este no me dí cuenta de que era tan largo que si no... pero me alegro de haberme parado a leerlo, me has hecho reir un buen rato. Es como una película pasando por delante de los ojos.
Entre ironías dices grandes verdades, aunque no se puede generalizar, por ejemplo en lo de que el poeta es un fingidor creo que hay de todo como en la viña del Señor, unos que sí unos que no; pero por lo general, y no puedo pararme ahora, creo que dices cosas muy acertadas.
Un placer leerte.

Un beso que te llegue al corazón

Ana

Me alegro por esas risas, Ana ( de eso se trata). Por otro lado, las elucubraciones del tal Doscregos no tienen porqué coincidir con las mías ( por regla general, casi nunca lo hacen). Quizás debería haber añadido a este cuento aquello de "la dirección no se hace responsable de las ideas, opiniones y proclamas proferidas por los participantes". Yo, como autor de ficción, me limito a dar cancha al personaje en cuanto a libertad de expresión. Ellos, y sólo ellos, son los que se comprometen a lo largo del texto. En consecuencia, sólo ellos son absurdos. ( O no). Un saludo.

Joer, Manuel, no sabía yo que tuvieses cuentos tan buenos, la verdad es que "me escarallo" a la risa con la vehemencia e ilusión pedagógica del amigo Doscregos. Esta claro que el personaje pide más aventuras, una vez de haberlo parido pide chancha, vida y discurso a gritos.
Esperemos entonces más aventuras.

Un abrazo, colega.

J. J. M. Ferreiro escribió:Joer, Manuel, no sabía yo que tuvieses cuentos tan buenos, la verdad es que "me escarallo" a la risa con la vehemencia e ilusión pedagógica del amigo Doscregos. Esta claro que el personaje pide más aventuras, una vez de haberlo parido pide chancha, vida y discurso a gritos.
Esperemos entonces más aventuras.

Un abrazo, colega.

Yo también espero que ese aventurero se deje ver con más frecuencia, pero se comporta de forma intermitente y caprichosa a la hora de confiarme sus andanzas. Además, sospecho que es un pelín nihilista y descree de la propia acción por principio ( ¡no digamos de la ajena). Sin embargo, tengo motivos para pensar que lo veremos pronto irrumpiendo (cual elefante en cacharrería) en cualuquier otro lugar o institución susceptible de ser atacado por el caos o la catastrófica buena fe. Un abrazo