Editorial Alaire

" Desgraciado de aquel que no fue amado"



Amar


Aún retienes amor, junto al oído,
mi última palabra susurrada,
y te tiembla quizás en la mirada
el pulso irrefrenable de un latido.

Conserva tu deseo adormecido
los ecos del amor de madrugada,
y guardas en tu cara reflejada
la dichosa expresión de haber sentido.

Aún suspira tu pecho enardecido
soñando mi caricia desbordada,
y es tu vientre confusa llamarada
quemando hasta el rincón más prohibido.

Aún me sientes ahí, pero me he ido.
Dejé en ti mi semilla derramada,
la huella de mi piel sobre la almohada
y un beso entre tus labios suspendido.

Sediento de tus brazos, me he vestido,
odiando del trabajo la llamada,
salí de nuestra casa a la alborada
y te dejé dormir sin hacer ruido.





Mario

Cuánta ternura alberga este poema, Mario. Lo siento como una acuarela con tonos suavísimos y firmes.

Enhorabuena y un abrazo.

Hallie

Aún retienes amor, junto al oído,
mi última palabra susurrada,
y te tiembla quizás en la mirada
el pulso irrefrenable de un latido.

Todo el poema es fantástico, y tierno, como bien dice Hallie, pero la primera estrofa me ha gustado muchísimo.

Aplausos, Mario.

Blanca

Mario Martínez escribió:" Desgraciado de aquel que no fue amado"



Amar


Aún retienes amor, junto al oído,
mi última palabra susurrada,
y te tiembla quizás en la mirada
el pulso irrefrenable de un latido.

Conserva tu deseo adormecido
los ecos del amor de madrugada,
y guardas en tu cara reflejada
la dichosa expresión de haber sentido.

Aún suspira tu pecho enardecido
soñando mi caricia desbordada,
y es tu vientre confusa llamarada
quemando hasta el rincón más prohibido.

Aún me sientes ahí, pero me he ido.
Dejé en ti mi semilla derramada,
la huella de mi piel sobre la almohada
y un beso entre tus labios suspendido.

Sediento de tus brazos, me he vestido,
odiando del trabajo la llamada,
salí de nuestra casa a la alborada
y te dejé dormir sin hacer ruido.



Mario

Me gusta leer poemas como éste, rebosantes de amor, candor y ternura. Describes, mediante rítmicos y rimados versos, un hecho cotidiano, pero que tu imaginación y tu habilidad poética transforman en un instante inolvidable. La primera estrofa es mi preferida, aunque también me ha encantado la penúltima.

Saludos, Mario.

mucha ternura a través de estos versos, rimas suaves agradables al oído

quizá el primer cuarteto es el que mejor me suena

te aplaudo Mario

.

Gracias Hallie.
Me alegra que te haya gustado este poema amoroso. Amar es lo más bello que Dios o la Naturaleza nos ha dado.
Por cierto. ¿Te he comentado ya que llevas de apellido el nombre de mi ciudad...? Es algo que me halaga, amiga mía.
Abrazos.
Mario

Gracias Blanca por tu seguimiento y halagador comentario. Me alegra que te gustase. Un abrazo.
Mario.

Qué bonito Mario, lleno de ternura, de complicidad con la persona amada, eso es lo más importante, ese estar aún cuando uno se ha marchado y todas sus huellas están vivas esperando el regreso. Además me encanta el verso anterior al poema, qué triste y que cierto.

Un abrazo

Sara

Mario Martínez escribió:Gracias Hallie.
Me alegra que te haya gustado este poema amoroso. Amar es lo más bello que Dios o la Naturaleza nos ha dado.
Por cierto. ¿Te he comentado ya que llevas de apellido el nombre de mi ciudad...? Es algo que me halaga, amiga mía.
Abrazos.
Mario

No, no lo sabía, Mario! Estoy muy orgullosa de mis apellidos pero los Alfaro Calatrava (del hermoso lado de mi madre) tienen un lugar especialísimo en mi corazón.

Levanto mi copa simbólica por tí, poeta piscis, que habitas una partecita de Alfaro!!!

Abrazote y el halago es mutuo, que lo sepas.

Hallie

Mario Martínez escribió:" Desgraciado de aquel que no fue amado"



Amar


Aún retienes amor, junto al oído,
mi última palabra susurrada,
y te tiembla quizás en la mirada
el pulso irrefrenable de un latido.

Conserva tu deseo adormecido
los ecos del amor de madrugada,
y guardas en tu cara reflejada
la dichosa expresión de haber sentido.

Aún suspira tu pecho enardecido
soñando mi caricia desbordada,
y es tu vientre confusa llamarada
quemando hasta el rincón más prohibido.

Aún me sientes ahí, pero me he ido.
Dejé en ti mi semilla derramada,
la huella de mi piel sobre la almohada
y un beso entre tus labios suspendido.

Sediento de tus brazos, me he vestido,
odiando del trabajo la llamada,
salí de nuestra casa a la alborada
y te dejé dormir sin hacer ruido.





Mario

sí yo también pienso en la tristeza del que nunca ha sido amado, me ha encantado el poema, suave como una pluma que al caer tarda en tocar el suelo porque vuelve a retomar impulso, suave y tierno, sí, todo un placer la lectura.

un abrazo

Amigo Mario, rebosas maestría e inspiración. La entradilla es fantástica. Aplausos, riojano de Alfaro, esa tierra abrazada por el Ebro en medio de todo.
Salud.

Gracias Óscar, me alegra que te haya gustado este poema de rima continua, y que el amor te sea siempre propicio.
Un abrazo.
mario.

No pensaba comentar nada pues no termino de superar el cuadro de vértigo, pero no puedo resistir decirte la sensibilidad tan grande que emana de tu poema. Fantástico.
Un abrazo
Pilar

Gracias, Alonso, por tus apreciaciones, me alegra que te gustase. Un abrazo.
Mario.

Gracias Sara, amiga mía, me alegra mucho que el poema te gustase. Un fuerte abrazo.
Recuerdos a tus niños.
Mario.