Concierto Solista (a cuatro manos)
Publicado: Sab, 14 Mar 2009 6:40
Concierto Solista (a cuatro manos)
A las otras dos manos de mi piano: las de Francesc.
Los estertores del piano, se aúnan al perturbado pináculo
y jadean dulcísimas melodías, que tras-tocan en lacerantes recuerdos
mis uñas lo desgarran, hundiéndole los sesos
y la piel de los dedos –tan ceñida a su cuerpo-
se ampolla de lamentos.
Cómo disfruto su triste(r)za,
Cuánto disfruta mis cal-varios,
gozamos ambos de este amor amargo.
Te conviertes en lágrima, en do, en re, en mí.
Ansío triscar mis dedos hasta curvarte los huesos,
conjugar nuestros cuerpos,
beber del Santo Grial de tus labios
la ambrosia que emanan mis pensamientos,
besar cada lunar en tu desnudo pecho.
Voy a hacerte el amor
adagio,
in crescendo,
¡smorzando!
Odio que me duela tanto amarte…
quiero ahogar tus acordes, acribillar tus arpegios,
las melodías no natas de nuestros vastos silencios,
todas las pequeñas muertes que nos nacen cada día.
Vamos ¿qué digo?
Si sólo muere lo que ha tenido vida….
Quisiera silenciarte, pero ¿cómo aplacar tus gemidos?
si dejo de tocarte y el eco permanece todavía.
Ya no quiero extrañarte,
no debiéramos extrañar lo que nunca fue nuestro.
A las otras dos manos de mi piano: las de Francesc.
Los estertores del piano, se aúnan al perturbado pináculo
y jadean dulcísimas melodías, que tras-tocan en lacerantes recuerdos
mis uñas lo desgarran, hundiéndole los sesos
y la piel de los dedos –tan ceñida a su cuerpo-
se ampolla de lamentos.
Cómo disfruto su triste(r)za,
Cuánto disfruta mis cal-varios,
gozamos ambos de este amor amargo.
Te conviertes en lágrima, en do, en re, en mí.
Ansío triscar mis dedos hasta curvarte los huesos,
conjugar nuestros cuerpos,
beber del Santo Grial de tus labios
la ambrosia que emanan mis pensamientos,
besar cada lunar en tu desnudo pecho.
Voy a hacerte el amor
adagio,
in crescendo,
¡smorzando!
Odio que me duela tanto amarte…
quiero ahogar tus acordes, acribillar tus arpegios,
las melodías no natas de nuestros vastos silencios,
todas las pequeñas muertes que nos nacen cada día.
Vamos ¿qué digo?
Si sólo muere lo que ha tenido vida….
Quisiera silenciarte, pero ¿cómo aplacar tus gemidos?
si dejo de tocarte y el eco permanece todavía.
Ya no quiero extrañarte,
no debiéramos extrañar lo que nunca fue nuestro.