Editorial Alaire

Rompí la nómina amarillenta de mi juventud impulsiva
las declaraciones de unas rentas que gritaban de agobio
certificados compulsados con olor a funcionario maniático
originales firmados con cúrsiles adornos académicos
un diploma, como premio de esfuerzo y aprovechamiento
y el de haber nadado los cincuenta metros en piscina.

Tiré archivadores negros repletos de cansancio
estampitas de comuniones deshechas por los recuerdos
listados escritos a máquina con nombres que ya no existen
fotocopias moribundas con textos subrayados en colores.
Rasgué, con desgana, el proyecto que no llegó a su fin
y partí en cuatro, con rabia, el que me tiraron abajo.

Hice añicos un pasado que de tedio me encogía
y ocupaba estanterías con fantasmas obligados.
Reciclé con empeño el polvo del desencanto añejo
y aireé con afán los resquemores de las paredes
para que la ilusión volviera a ocupar su libre espacio.

Me ha gustado mucho, Lidia.


Blanca

Hice añicos un pasado que de tedio me encogía
y ocupaba estanterías con fantasmas obligados.
Reciclé con empeño el polvo del desencanto añejo
y aireé con afán los resquemores de las paredes
para que la ilusión volviera a ocupar su libre espacio.

Mil gracias, Blanca, por pasarte por aquí.

Saludos

Lidia

Lidia Romero escribió:
Reciclé con empeño el polvo del desencanto añejo
y aireé con afán los resquemores de las paredes
para que la ilusión volviera a ocupar su libre espacio.

De cuando en cuando conviene hacer limpieza y tirar aquello que, de inservible, nos entorpece. Me gusta cómo trasladas esa regeneración, ese volver a respirar aire limpio, de lo material a lo inmaterial. Sin ilusión no hay vida en libertad.

Saludos, Lidia.

Sí Óscar, las limpiezas son muy simbólicas y liberadoras.

Muchas gracias por observar la mía y dejarme un comentario enriquecedor.


Saludos

Lidia

Limipieza: liberación de cosas innecesarias.

Saludos, Poeta.

Enhorabuena.

Mil gracias Samantha. La sensación es la de quitarse un gran peso de encima.

Saludos también para ti.

Lidia Romero escribió:...Tiré archivadores negros repletos de cansancio...
...Hice añicos un pasado que de tedio me encogía
y ocupaba estanterías con fantasmas obligados.
Reciclé con empeño el polvo del desencanto añejo
y aireé con afán los resquemores de las paredes
para que la ilusión volviera a ocupar su libre espacio.

Ufff. Yo creo que estos versos son casi una obra de arte.

Liberación con mayúsculas. Empezar de nuevo en un canto de esperanza. Optimismo puro. Decisión y compromiso con un nuevo futuro. Hay valentía en ese acto.

Un beso.

Marcos

Marcos de la Mancebía escribió:

Lidia Romero escribió:...Tiré archivadores negros repletos de cansancio...
...Hice añicos un pasado que de tedio me encogía
y ocupaba estanterías con fantasmas obligados.
Reciclé con empeño el polvo del desencanto añejo
y aireé con afán los resquemores de las paredes
para que la ilusión volviera a ocupar su libre espacio.

Ufff. Yo creo que estos versos son casi una obra de arte.

Liberación con mayúsculas. Empezar de nuevo en un canto de esperanza. Optimismo puro. Decisión y compromiso con un nuevo futuro. Hay valentía en ese acto.

Un beso.

Marcos

U-u-u-ufffff Marcos, gracias por tu generoso comentario. Pues sí, liberación y esperanza, decirle adiós a un camino y comenzar otro, conscientemente.
Gracias por tu apoyo, de corazón. Mi objetivo es expresarme e indagar en mi espacio poético.

Besos.

Lidia

Has hecho una buena limpieza, Lidia. Y es que ése es el único camino para recuperar la ilusión. Sin duda es bueno romper con todas esas cosas que nos recuerdan las insatisfacciones del pasado. Me ha gustado mucho cómo lo has contado y también la esperanza que desprende de la parte final del poema. Un abrazo.

Ramón Carballal escribió:Has hecho una buena limpieza, Lidia. Y es que ése es el único camino para recuperar la ilusión. Sin duda es bueno romper con todas esas cosas que nos recuerdan las insatisfacciones del pasado. Me ha gustado mucho cómo lo has contado y también la esperanza que desprende de la parte final del poema. Un abrazo.

Ramón, después de la limpieza sentí unas ganas enormes de escribir todo lo que había sentido mientras la hacía, y cuando conseguí ponerle palabras comprendí que ya había cerrado.

Muchas gracias por tu agradable comentario.

Otro abrazo para ti.

Lidia