Cambio de piel
Publicado: Mar, 10 Mar 2009 10:08
No, no te vayas todavía,
ven antes al agua tibia
con tu abrazo;
deja que mi espalda caiga,
sé sostén de mi cuerpo cansado
que quiero flotar entre tus dedos,
y sentir sólo el ritmo
que me regalan tus manos.
Quédate conmigo,
no, no te vayas todavía,
es temprano
y la arena ya no es tiempo,
paséame en el océano
sin esfuerzos,
llévame volando
hacia el mar de tu tacto.
No me sueltes
que seré pluma,
no, no te vayas todavía,
dibújame la corriente de olas
que susurra tu mirada,
y que mis piernas sientan
que avanzar no cuesta nada.
Llévame a mi vientre
salado, como tu boca,
deja que me apoye en ti,
no, no te vayas todavía,
que quiero ver mi cuerpo
teñido de mar
transparente.
Háblale a mi dolor añejo,
dile que me abandone
que no sea torbellino lento
incesante miedo que paraliza;
no, no te vayas todavía,
que no me despierte el silencio
sin que alcancemos los corales.
No me dejes en lo oscuro,
en la noche,
sin la espera de tu hora
que voy a cambiar de piel,
agárrame fuerte
que no me ahogue
no, no te vayas todavía,
que el mar me serena.
Mueve mi cuerpo
hazme pez,
acércate a mi corazón
que espera la ternura
de tus labios
en este último segundo, profundo,
que nos queda…
no, no te vayas todavía.
ven antes al agua tibia
con tu abrazo;
deja que mi espalda caiga,
sé sostén de mi cuerpo cansado
que quiero flotar entre tus dedos,
y sentir sólo el ritmo
que me regalan tus manos.
Quédate conmigo,
no, no te vayas todavía,
es temprano
y la arena ya no es tiempo,
paséame en el océano
sin esfuerzos,
llévame volando
hacia el mar de tu tacto.
No me sueltes
que seré pluma,
no, no te vayas todavía,
dibújame la corriente de olas
que susurra tu mirada,
y que mis piernas sientan
que avanzar no cuesta nada.
Llévame a mi vientre
salado, como tu boca,
deja que me apoye en ti,
no, no te vayas todavía,
que quiero ver mi cuerpo
teñido de mar
transparente.
Háblale a mi dolor añejo,
dile que me abandone
que no sea torbellino lento
incesante miedo que paraliza;
no, no te vayas todavía,
que no me despierte el silencio
sin que alcancemos los corales.
No me dejes en lo oscuro,
en la noche,
sin la espera de tu hora
que voy a cambiar de piel,
agárrame fuerte
que no me ahogue
no, no te vayas todavía,
que el mar me serena.
Mueve mi cuerpo
hazme pez,
acércate a mi corazón
que espera la ternura
de tus labios
en este último segundo, profundo,
que nos queda…
no, no te vayas todavía.