Editorial Alaire

Mía escribió:Deja su huella en la arena
a sabiendas que la marea ríe por borrarla,
y al caer a tarde, su ternura linda con el mismo azul prófugo
que con pena arrastra; y pudiera parecer grotesco,
su diminuta confinación , grano de arena,
débil como un ave que remolca sus alas,
como una barca inválida en un vendaval purulento.
Lleva en silencio el griterío de sus alas
y en su boca aloja un arrecife de sueños.
El Faro gira penosamente su luz mortecina
agrietando indolente su latido imposible.

Es uno de esos poemas, que sin saber por qué dejan múltiples sensaciones. Esos dos versos finales me parecen de una belleza hipnótica, saludos, Luna de Nos.-

Mía escribió:Deja su huella en la arena
a sabiendas que la marea ríe por borrarla,
y al caer a tarde, su ternura linda con el mismo azul prófugo
que con pena arrastra; y pudiera parecer grotesco,
su diminuta confinación , grano de arena,
débil como un ave que remolca sus alas,
como una barca inválida en un vendaval purulento.
Lleva en silencio el griterío de sus alas
y en su boca aloja un arrecife de sueños.
El Faro gira penosamente su luz mortecina
agrietando indolente su latido imposible.

Hay mucha belleza en esos dos últimos versos, como también hay mucha tristeza. Has dejado muy buenas imágenes, como la de la marea que ríe por borrar la huella, o ese "azul prófugo", perenne en tu poesía. Aunque me haya gustado, preferiría leerte poemas más alegres y esperanzadores, pero confío en que pronto la luz del Faro disipe las tinieblas y el día reine sobre la noche.

Todos mis besos para ti, Sara Mía, mi Amor.

un texto desolador
algunas imágenes bien conseguidas
como esa ave que remolca el ala
o la risa de la marea por borrar las huellas de la arena

un gusto querida amiga

.

Luna de Nos escribió:

Mía escribió:Deja su huella en la arena
a sabiendas que la marea ríe por borrarla,
y al caer a tarde, su ternura linda con el mismo azul prófugo
que con pena arrastra; y pudiera parecer grotesco,
su diminuta confinación , grano de arena,
débil como un ave que remolca sus alas,
como una barca inválida en un vendaval purulento.
Lleva en silencio el griterío de sus alas
y en su boca aloja un arrecife de sueños.
El Faro gira penosamente su luz mortecina
agrietando indolente su latido imposible.

Es uno de esos poemas, que sin saber por qué dejan múltiples sensaciones. Esos dos versos finales me parecen de una belleza hipnótica, saludos, Luna de Nos.-

Gracias Luna bella, siempre tu luz entre las sombras es bien recibida, un beso.

Óscar Bartolomé Poy escribió:

Mía escribió:Deja su huella en la arena
a sabiendas que la marea ríe por borrarla,
y al caer a tarde, su ternura linda con el mismo azul prófugo
que con pena arrastra; y pudiera parecer grotesco,
su diminuta confinación , grano de arena,
débil como un ave que remolca sus alas,
como una barca inválida en un vendaval purulento.
Lleva en silencio el griterío de sus alas
y en su boca aloja un arrecife de sueños.
El Faro gira penosamente su luz mortecina
agrietando indolente su latido imposible.

Hay mucha belleza en esos dos últimos versos, como también hay mucha tristeza. Has dejado muy buenas imágenes, como la de la marea que ríe por borrar la huella, o ese "azul prófugo", perenne en tu poesía. Aunque me haya gustado, preferiría leerte poemas más alegres y esperanzadores, pero confío en que pronto la luz del Faro disipe las tinieblas y el día reine sobre la noche.

Todos mis besos para ti, Sara Mía, mi Amor.

Yo también prefiero los poemas menos tristones, pero bueno, este se cayó de alguna estantería polvorienta, la luz de mi Faro brilla por momentos, sólo en esos segundos cuando se apaga siento miedo, tengo oro poema triste que dice álgo así.

Eres un cielo ¿lo sabías?, pues sábelo, te quiero..

Alonso de Molina escribió:un texto desolador
algunas imágenes bien conseguidas
como esa ave que remolca el ala
o la risa de la marea por borrar las huellas de la arena

un gusto querida amiga

.

Gracias estimado Alonso, un placer ver tu huella en mis letras.

un abrazo

Mía escribió:Deja su huella en la arena
a sabiendas que la marea ríe por borrarla,
y al caer a tarde, su ternura linda con el mismo azul prófugo
que con pena arrastra;
y pudiera parecer grotesco,
su diminuta confinación, grano de arena,
débil como un ave que remolca sus alas,
como una barca inválida en un vendaval purulento.
Lleva en silencio el griterío de sus alas
y en su boca aloja un arrecife de sueños.
El Faro gira penosamente su luz mortecina
agrietando indolente su latido imposible.

Hay un ambiente de tristeza, de plomo, de tiniebla. Creo que por eso el ritmo del poema es lento sobre todo a la mitad del poema. Te subrayo los versos e imágenes que, para mí, destacan.
Un abrazo.

A veces dibujar la tristeza es necesario...aquí dejas un poema triste, con imágenes muy significativas. Un abrazo, fue bueno leerte.

Coincido con lo que dice luna pero a mi me hipnotiza el poema entero. Tristes versos que iluminan de una extraña forma. Un abrazo.

Gracias Sergio Antonietta y Ramón, por dejar vuestra amable huella, un abrazo