Editorial Alaire

Porque los hombre no son rubios
porque en tus manos nadan peces grises

y un silencio de lunas atraviesa tu vientre.

carmen iglesia escribió:A Pilar


Estás pidiendo al mar que se desnude,
que salga del armario
y convierta las calles de Zurich en almohadas.

Porque los hombre no son rubios
porque en tus manos nadan peces grises
y un silencio de lunas atraviesa tu vientre.

El tiempo aquí es un naúfrago,
un reloj invertido por la niebla.

Miran al lago las sombras de los ojos
y sólo encuentran restos de sudor.

Una ciudad al norte de la edad
y tanto miedo triste.

Blanca Sandino escribió:

Porque los hombre no son rubios
porque en tus manos nadan peces grises

y un silencio de lunas atraviesa tu vientre.

... de Carmen Iglesia, pensaría yo.

Vale, alguna vez me equivocaré; de todas formas, asumo el riesgo, y es que, en ocasiones, la emoción lleva tu nombre, Carmen.

Aplausos, guajina.

Blanca

José Manuel Sáiz escribió:Perfecto. Un poema al que no le falta ni le obra nada. El tamaño perfecto, el estilo elegante, las imágenes serenas... Excelente.
Un abrazo.
J. Manuel

Óscar Distéfano escribió:Un poema algo distinto al que nos tienes acostumbrado, Carmen, aunque
manteniendo ese estilo tan tuyo de decir las cosas con sugerencias
que hacen volar la imaginación. Dices tantas cosas, siempre, en unos
pocos versos. Esta descripción me resulta tan poética.

Un abrazo.
Óscar

Sergio Gómez escribió:

carmen iglesia escribió:A Pilar


Estás pidiendo al mar que se desnude,
que salga del armario
y convierta las calles de Zurich en almohadas.

Porque los hombre no son rubios
porque en tus manos nadan peces grises
y un silencio de lunas atraviesa tu vientre.

El tiempo aquí es un naúfrago,
un reloj invertido por la niebla.

Miran al lago las sombras de los ojos
y sólo encuentran restos de sudor.

Una ciudad al norte de la edad
y tanto miedo triste.

Me ha encantado. Hay mucha sensibilidad y un saber mirar a las ciudades, la gente, y sobre todo a la persona a qué se lo dediques (no sé si serás tú misma). Subrayo lo que se lee con un nudo en la gargante.
Un abrazo.

Luis Oroz escribió:El poema se echa al hombro toda la carga de la pesadumbre, soledad, distancia, abandono...

Tienes mucho talento, lo puedo decir más alto, pero no más claro.

Es esa exactitud sensitiva la que nos traslada, la que provoca esa complicidad poeta-lector, tan- para mí- absolutamente necesaria.

Una lectura de alto calado, Carmen.
Un beso hasta mi tierra.

Luis Oroz.

Tristany Joan Gaspar escribió:Me ha parecido un poema encantador, que manera de hacer malabarismos con las palabras. Me has dejado impresionadoinicio de las calles de Zurich convertidas en almohadas ya te introduce en un sueño.
Un abrazo
Joan