Editorial Alaire

Caronte



La noche te ha llevado hasta su fondo;
se abre ante ti la puerta
y en la antesala oscura del olvido
que precede a tu sueño,
hay un tenaz murmullo de preguntas
golpeando tus sienes.

Sales de ti y observas desde lejos
tu soledad esparcida entre las sábanas;
¿quién habita ese cuerpo sin tu nombre?
¿qué vacíos convergen en su carne?

Las fauces del silencio
desvelan entre sombras sus colmillos
y comprendes la pauta:

Hay un río en tu sino y otra orilla
¿quién te ama para darte la moneda?

Mari Cruz Agüera

Otra vez y otra y otra, consigues que te siga hata las profundidades del alma, que me zambulla en esa oscuridad de abisales destellos y bucee entre grietas de lava y dolorosas y afiladas piedras. No se puede salir de tus poemas sin algun rasguño y hasta, a veces, graves quemaduras.
Inconmensurabe amor.
Apalusos, muchos, muchos
y besos, más aun (Ponmelos al sol que se sequen un poco)
Pepa

Un hermoso poema, Mari Cruz, con una simbología muy interesante y bien engarzada con las referencias a ese 'interesado' barquero mitológico al que siempre hay que pagar para que te cruce.


Me ha gustado mucho


Blanca

Querida ¿has cambiado el registro poético o me lo parece a mí? En cualquier caso, esta poesía nueva, menos íntima y más próxima a la simbología, es una poesía de altura que no baja una centésima el listón al que nos tenías acostumbrados. Un excelente poema al que yo le veo perfiles distintos, eso es. (No hagas caso de las apreciaciones estilísticas personales: cosas de viejo).

Un beso y no faltes.

Precioso poema. Un placer su lectura
Un abrazo
Pilar

¡Huy, huy, huy! ¿Dónde quedó aquella Gloria Fuertes en bonito? Mari Cruz ensanchando su horizonte (ya muy amplio, amplísimo), ensortijando símbolos, jugando con lo críptico, desechando el coloquialismo, volando aun más alto. ¿Era posible? Ya los adivinos lo presagiaban: "esta poeta tiene mucho talento". Y los adivinos, sobre todo los del otro sur, no se equivocan.
Estás en el sitio preciso y a la hora precisa para volar por las alturas. Y alas no te faltan. Admiradores, tampoco. Llega, ve y vence. Tú sí puedes.

Un besazo de esos.

Me gustó encontrarme con tu poema, oscuro y lleno de dudas.

Un abrazo

Acierto pleno, querida amiga.

Esa unión mitológica con la cruda realidad, dotan al poema de una fuerza trascendente.

La pregunta final es una de aquellas que se alargan mucho más allá del poema, y cuya respuesta es infinita.
El lado más amargo, la soledad total y esa moneda necesaria para cruzar el río, la vida.
Sabes que siento afinidad por esa compleja sencillez que es capaz de decir muchas cosas.
Un placer leerte, poeta.

Luis Oroz.

Josefa A. Sánchez escribió:Otra vez y otra y otra, consigues que te siga hata las profundidades del alma, que me zambulla en esa oscuridad de abisales destellos y bucee entre grietas de lava y dolorosas y afiladas piedras. No se puede salir de tus poemas sin algun rasguño y hasta, a veces, graves quemaduras.
Inconmensurabe amor.
Apalusos, muchos, muchos
y besos, más aun (Ponmelos al sol que se sequen un poco)
Pepa

Querida Pepa, que sea la última vez que dejas un comentario mejor que el poema.

Tú tienes esa sensibilidad única para dejarte herir de mis versos y yo que lo celebro.

Los besos los meto en la secadora porque aquí también está lloviendo.

Te quiero, reméndiga.

Mari Cruz

Blanca Sandino escribió:Un hermoso poema, Mari Cruz, con una simbología muy interesante y bien engarzada con las referencias a ese 'interesado' barquero mitológico al que siempre hay que pagar para que te cruce.


Me ha gustado mucho


Blanca

Muchas gracias Blanca, me alegro que te haya parecido interesante.

Un fuerte abrazo.

Mari Cruz

Valentin Martin escribió:Querida ¿has cambiado el registro poético o me lo parece a mí? En cualquier caso, esta poesía nueva, menos íntima y más próxima a la simbología, es una poesía de altura que no baja una centésima el listón al que nos tenías acostumbrados. Un excelente poema al que yo le veo perfiles distintos, eso es. (No hagas caso de las apreciaciones estilísticas personales: cosas de viejo).

Un beso y no faltes.

Mi querido Val, así es, ha habído un cambio, y cuánto me alegra que lo hayas notado, y sobre todo que te siga pareciendo que está a la altura; ha llovido mucho desde "el hilo frágil" y los poemas que lo componen y una no debe estancarse en lo que sabe hacer (aun cuando parezca que lo hace bien), siempre hay que tratar de seguir creciendo, en ello me afano, y me apetecía dejaros una muestra de los abismos que transito en mi constante intento de escalar un peldaño más en mi poesía. (Cosas de vieja)

Un beso enorme y tú tampoco faltes.

Pilar Morte escribió:Precioso poema. Un placer su lectura
Un abrazo
Pilar

Pilar, es placer es mío por contar con tus ojos. Gracias.

Un abrazo.

Mari Cruz

Jerónimo Muñoz escribió:¡Huy, huy, huy! ¿Dónde quedó aquella Gloria Fuertes en bonito? Mari Cruz ensanchando su horizonte (ya muy amplio, amplísimo), ensortijando símbolos, jugando con lo críptico, desechando el coloquialismo, volando aun más alto. ¿Era posible? Ya los adivinos lo presagiaban: "esta poeta tiene mucho talento". Y los adivinos, sobre todo los del otro sur, no se equivocan.
Estás en el sitio preciso y a la hora precisa para volar por las alturas. Y alas no te faltan. Admiradores, tampoco. Llega, ve y vence. Tú sí puedes.

Un besazo de esos.

Querido Jero, -¡qué gran elogió me haces con esta comparación!- aquella Gloria Fuertes, (en bonito, dice, no tiene guasa el malagueño ni na), la dejé donde le correspondía estar, en aquel tiempo y aquellos poemas, ahora la vida -la edad que no perdona- me lleva por otros caminos y por otras lecturas, muchas lecturas, que ya sabes que son la piedra angular del crecimiento poético.

Gracias por animarme siempre, aun cuando sea exagerando un poco.

Un besazo.

Mari Cruz

Israel Liñán escribió:Me gustó encontrarme con tu poema, oscuro y lleno de dudas.

Un abrazo

Israel, gracias por tu paso.

Un saludo.

Mari Cruz

Luis Oroz escribió:Acierto pleno, querida amiga.

Esa unión mitológica con la cruda realidad, dotan al poema de una fuerza trascendente.

La pregunta final es una de aquellas que se alargan mucho más allá del poema, y cuya respuesta es infinita.
El lado más amargo, la soledad total y esa moneda necesaria para cruzar el río, la vida.
Sabes que siento afinidad por esa compleja sencillez que es capaz de decir muchas cosas.
Un placer leerte, poeta.

Luis Oroz.

Querido Luis, el placer es mío de ser leída por una persona que me sabe interpretar tan bien.

Un abrazo.

Mari cruz