Mujer que no se pierde
Publicado: Lun, 23 Feb 2009 21:10
No sabés de memoria
el nombre de las calles
y tu poca orientación
hasta resulta graciosa.
Buscar un lugar equis
entre nueve de julio y alem
parece más una aventura
que un mero trámite de lunes.
No distinguís las veredas
pares de las impares
y las alturas suben cuando bajan.
Sos el hazmerreír de los diarieros,
brújulas silenciosas de tus pasos,
y la guía de bolsillo dos mil ocho
es un tratado de física cuántica.
Entre todo el alboroto
de direcciones sin norte,
caminás de más diez cuadras.
Te subís al colectivo,
ese verde y amarillo,
no sé como vas a hacer
cuando cierren esa bendita
panadería de la esquina.
Pero a pesar de tu despiste,
de tu “paloma equivocada”,
yo te espero tranquilo,
porque hay algo que sabés
que no se encuentra en los mapas.
Sabés volver a casa
con los ojos cerrados.
el nombre de las calles
y tu poca orientación
hasta resulta graciosa.
Buscar un lugar equis
entre nueve de julio y alem
parece más una aventura
que un mero trámite de lunes.
No distinguís las veredas
pares de las impares
y las alturas suben cuando bajan.
Sos el hazmerreír de los diarieros,
brújulas silenciosas de tus pasos,
y la guía de bolsillo dos mil ocho
es un tratado de física cuántica.
Entre todo el alboroto
de direcciones sin norte,
caminás de más diez cuadras.
Te subís al colectivo,
ese verde y amarillo,
no sé como vas a hacer
cuando cierren esa bendita
panadería de la esquina.
Pero a pesar de tu despiste,
de tu “paloma equivocada”,
yo te espero tranquilo,
porque hay algo que sabés
que no se encuentra en los mapas.
Sabés volver a casa
con los ojos cerrados.