Editorial Alaire

Harto de las tonadas de los tontos.
Harto de los estratos, las trattorias y del rastro.
De las tarjetas y los taxidermistas de tarántulas.
Harto de las estrellas por muchas estrellas que
los astrofísicos encuentren,
por muchas estrellas que traduzcan,
que introduzcan al todo.
Harto de Girondo, de la aliteración,
de las tragaperras y las perras,
de las truchas en el retrete,
del tráfico de trompas de falopio.
De mi tronco de luto y de los tangas.
Harto de jartear, de la taurina,
del tequila, las timbas y el turismo.
Del toqueteo, Huertas, el tomate
en los tampones de las treintañeras.
Harto de la Santísima Trinidad
(trombón, tuba y trompeta)
del sexo trántico, terrenal o torrido,
de tutearme con Santa Teresa
y de tratar de usted con proxenetas.
De toser, de la artritis,
de las noticias de partos en los taxis.
Del Photoshop en las tetas,
de El Retiro sin ti.
Harto de recordarte y de estar harto,
de que estés harta de mis cantinelas.
Harto de todo, harto del te quiero.

Un poema, Ignacio, que crea un ambiente casi descriptible.
Vuelves a reunir, desde mi punto de vista, muy acertadamente, lo trasgresivo y lo tierno, lo impulsivo y lo meditado, dentro de un poema que estalla al final, dando sentido a todo.

Juego de palabras, ritmo, y ese ambiente vivo,impulsado por ayeres, le dan vida plena al poema.

Un placer la lectura.
Un abrazo.

Luis Oroz.

Ignacio García,
Estás harto de la aliteración, pero escribes versos aliterados. Me ha gustado la contradicción que subyace a esa deprecación. El final, tautológico, es un buen remate. Lo de las "noticias de partos en los taxis" me hizo sonreír. Eso justifica cualquier lectura.

Saludos, Ignacio.

Estoy de acuerdo con Luis, en este poema lo transgresivo va de la mano de lo tierno, las figuras surrealistas (algunas dalinianas) le dan ese toque de sueño que se desmiente al instante por ese ambiente descriptible.

Todo un placer de lectura.

Un abrazo
Marian

Muchas gracias, un abrazo